Los adolescentes europeos más sedentarios y que dedican más de cuatro horas al día a pantallas (televisión, ordenador, internet) consumen el doble de refrescos y reducen hasta un 70% la ingesta de frutas. Frente a estos datos, aquellos que invierten más tiempo al estudio, tanto entre semana como durante el fin de semana, disminuyen el consumo de refrescos entre el 50 y el 60%. Estos son algunos de los datos obtenidos en el estudio realizado por el grupo de investigación GENUD de la Universidad de Zaragoza, coordinado por el profesor Luis Moreno, sobre 2.200 adolescentes europeos.
La revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine publica los resultados de este trabajo, en el que se muestra la asociación entre diversas conductas sedentarias y el consumo de diversos grupos de alimentos en adolescentes europeos. Para la realización de este estudio, la investigadora Alba Santaliestra-Pasías, así como el resto de colaboradores del grupo GENUD, han utilizado datos del estudio transversal HELENA (Healthy Lifestyle in Europe by Nutrition in Adolescence). Los resultados publicados se basan en más de 2.200 adolescentes con edades comprendidas entre 12,5 y 17,5 años procedentes de ocho ciudades europeas (Atenas, Dortmund, Gante, Lille, Roma, Estocolmo, Viena y Zaragoza).
La investigación ha tenido en cuenta el tiempo que los adolescentes europeos dedican a actividades sedentarias, como la utilización de medios electrónicos. El estudio ha detectado que los adolescentes europeos superan con creces la recomendación a nivel mundial de no dedicar más de 2 horas al día a actividades sedentarias, como es el caso de la televisión, ordenadores, videoconsolas, etc.
De hecho, esta investigación ha observado que el tiempo que estos adolescentes europeos utilizan ante las pantallas supera las cuatro horas diarias: dos horas a ver la televisión, una hora a jugar a los ordenadores y otra a utilizar internet en su tiempo libre.
Estos datos se unen a los obtenidos en otro estudio internacional, que sugiere que determinadas conductas sedentarias como el consumo de televisión u ordenadores influyen en el consumo de diversos tipos de alimentos. En este sentido, el consumo de bebidas refrescantes se ha relacionado en algunos estudios con una mayor prevalencia de obesidad, debido al aporte suplementario de calorías que se consumen en elevada cantidad. Además el consumo de frutas y verduras está relacionado con la prevención de algunos tipos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores de la Universidad de Zaragoza han valorado también la relación entre el tiempo de estudio que dedican los adolescentes y el consumo de diversos alimentos, debido a que existe poca evidencia en relación a este comportamiento.
Para la investigadora Alba Santaliestra-Pasías el desarrollo de conductas saludables relacionadas con la alimentación y los comportamientos sedentarios está íntimamente ligado al ambiente familiar. En su opinión, es esencial hacer hincapié en los factores culturales y en las actitudes de los padres, limitando el consumo de medios electrónicos, y fomentando una alimentación saludable.
Los resultados de este estudio, según la joven investigadora aragonesa, deben animar a disminuir las actividades sedentarias en los adolescentes, así como a potenciar el consumo de una alimentación saludable rica en frutas y vegetales, y a disminuir el consumo de bebidas refrescantes y otros alimentos con elevado aporte energético, para así disminuir la incidencia de enfermedades crónicas como la obesidad.