Investigadores del ICMA, Instituto mixto de investigación Universidad de Zaragoza-CSIC, han sido seleccionados para participar en un proyecto de investigación sobre Grafeno, una de las apuestas más contundentes de la Comisión Europea para la próxima década. Este proyecto, junto a otro denominado Cerebro Humano, representan las dos iniciativas Future & Emerging Technologies (FET) FLAGSHIP que han sido elegidas por la Unión Europea por su trascendencia y aplicaciones, que van a ser respaldadas con 2.000 millones de euros --1.000 para cada una de ellas a lo largo de los próximos diez años.
El primero de los proyectos tiene como objetivo incorporar el grafeno a la microelectrónica, la fotónica, la energía, la aeronáutica o los biomateriales. Entre un metal y un semiconductor, el grafeno es bidimensional, transparente, impermeable, duro y elástico y tiene ciertas deformaciones que dan lugar a campos magnéticos muy elevados. A largo plazo, se espera que este material dé lugar a nuevos paradigmas en la computación y en aplicaciones médicas revolucionarias, como las retinas artificiales.
La participación aragonesa en esta trascendente iniciativa sobre el grafeno va a estar representada por el Grupo de Nanofotónica del ICMA, Instituto mixto Universidad de Zaragoza-CSIC. Este grupo, coordinado por Luis Martin Moreno, estudia teóricamente la nanofotónica, que tratade cómo controlar los campos electromagnéticos (la luz, las ondas infrarojas, etc) conestructuras nanométricas (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro).
Y es que el grafeno tiene propiedades fotónicas muy interesantes. El grafeno, a pesar de tener unaanchura de un solo átomo, es capaz de guiar campos electromágneticos, con unas propiedadesque dependen tanto de la forma geométrica de la porción de grafeno como depotenciales eléctricos externos. En nuestro grupo llevamos ya más de dos años estudiando geometrías básicas del grafenoque pueden dar lugar a elementos prácticos como guías de onda, transistores ópticos, concentradores del campo eléctrico en regiones predeterminadas, etc., apunta Luis Martin Moreno. De hecho, las propiedades fotónicas del grafeno permitirán a corto plazo desarrollar pantallas táctiles que, además de ser más baratas, podrán ser flexibles.
El grafeno, junto a otros materiales basados en láminas monoatómicas, podría llegar a revolucionar las nuevas tecnologías en numerosos campos, según destaca en un comunicado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), centro que va a coordinar ambos proyectos en España.
Desde que los premios Nobel de Física 2010 Andre Geim y Konstantin Novoselov, de la Universidad de Manchester, consiguieron aislar grafeno hace siete años, abrieron también las puertas al conocimiento de sus propiedades únicas.
Según Francisco Guinea, investigador del CSIC y uno de los coordinadores del bloque español de Graphene, las aplicaciones del material no se harán esperar. Pronto habrá pantallas táctiles de grafeno y serán más baratas que las actuales. Lo importante es que surgirán nuevas aplicaciones, precisa el científico en el comunicado del CSIC, recogido por el servicio de noticias científicas SINC. España está muy bien posicionada ya que existe una alta calidad científica y un gran interés por parte del empresariado español. Además, somos los primeros exportadores de Europa, señala Mar García, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid y otra de de las coordinadoras de las iniciativas españolas.
El proyecto Grafeno, coordinado a nivel europeo por Jari Kinaret, de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gotemburgo (Suecia), implicará a 126 grupos académicos e industriales, procedentes de 17 países europeos, con un presupuesto inicial de 54 millones de euros para los primeros 30 meses. El consorcio académico industrial se ampliará a otros 20 o 30 grupos a través de convocatorias abiertas.
Por otro lado, el proyecto FLAGSHIP The Human Brain Project(Proyecto Cerebro Humano) es una iniciativa que tiene como objetivo aglutinar todo el conocimiento existente sobre el cerebro para reconstruirlo, parte por parte, gracias a modelos y simulaciones elaboradas mediante un supercomputador. El proyecto del cerebro busca desarrollar nuevos tratamientos para enfermedades y tecnologías en neurociencia e informática.