El Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE) de la Universidad de Zaragoza apuesta por el desarrollo de una gran infraestructura de carga rápida que permita el despliegue del vehículo eléctrico. Además, los puntos de carga rápida favorecen que los conductores dupliquen el recorrido de sus viajes, lo que rentabiliza la utilidad del propio vehículo. El centro de investigación aragonés defiende esta estrategia desde Japón, dentro del segundo encuentro internacional del Grupo de Carga Rápida de Vehículo Eléctrico de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). El CIRCE fue nombrado en el 2011 coordinador de este grupo de trabajo por la Agencia Internacional de la Energía por un periodo de tres años.
Responsables de CIRCE participan en este encuentro que se está desarrollando en las ciudades japonesas de Nagoya y Tokio, y al que asisten representantes de las principales entidades americanas, asiáticas y europeas. El Ministerio Japonés de Economía, Comercio e Industria (METI), así como las principales empresas internacionales del sector, colaboran con CIRCE en la organización de este encuentro, del que se espera extraer conclusiones para el desarrollo de modelos de negocio que permitan el despliegue del vehículo eléctrico.
Precisamente en este congreso se ha puesto de manifiesto que uno de los aspectos clave para la comercialización a gran escala del vehículo eléctrico es el despliegue de infraestructura que permita la carga de sus baterías. Habitualmente, los usuarios cargan las baterías de sus coches en casa, durante la noche, en periodos de seis a ocho horas. Sin embargo, tanto en Japón como en California (USA) se ha demostrado la necesidad de una infraestructura de carga rápida distribuida geográficamente que permita una carga de baterías en un tiempo inferior a 20 minutos.
Esta infraestructura de carga rápida permitirá atender dos necesidades principales. En primer lugar, aunque la autonomía de los coches eléctricos está creciendo a un ritmo muy rápido, superando los 500 km en modelos puramente eléctricos ya en mercado, la carga rápida es necesaria para acometer viajes de larga distancia, en los que la autonomía del coche no es suficiente para llegar a destino y es necesario cargar la batería durante el trayecto.
Diminución de la ansiedad de los conductores
La disponibilidad de puestos de carga rápida también disminuye la llamada ansiedad de los conductores de vehículo eléctrico, permitiendo que realicen viajes más largos, y consumiendo así un mayor porcentaje de la energía contenida en sus baterías, tal como han comprobado los expertos.
En este congreso se ha puesto de manifiesto que cuando no se dispone de infraestructura de carga rápida, los usuarios regresan a sus casas con un 73% de la energía de la batería sin consumir. Sin embargo, esta cifra se reduce hasta un 33% cuando existen puntos de carga rápida a disposición de los conductores. Es decir, los usuarios se atreven a gastar un 40% más de la batería de sus coches cuándo saben que existen puntos de carga rápida. De este modo, se ha observado que los conductores, al instalar un punto de carga rápida, duplican los límites de sus recorridos, encontrando así una mayor utilidad a sus vehículos.
Siendo las tecnologías de carga rápida imprescindibles para el despliegue a gran escala del coche eléctrico, se plantean un gran número de cuestiones en cuanto a dicho despliegue, relacionados con el dimensionamiento de la infraestructura de carga, con el modelo de negocio a desarrollar o con cuestiones tecnológicas como las especificaciones de la red o de las baterías.
Colaboración España Japón
Empresas e instituciones españolas colaboran con entidades niponas para el desarrollo de tecnologías de carga rápida, conscientes del liderazgo japonés en el despliegue del vehículo eléctrico. Un ejemplo de esta colaboración es el proyecto ZEM2ALL, en el que las compañías japonesas Mitsubishi, e Hitachi cooperan con las empresas españolas Endesa, Ayesa y Telefónica en la realización de una prueba real del funcionamiento de la movilidad eléctrica en la ciudad de Málaga. Gracias a este proyecto en el que colaboran CDTI (Agencia tecnológica española), NEDO (Agencia tecnológica japonesa) y el Ayuntamiento de Málaga, los malagueños disfrutarán de la conducción de 200 vehículos eléctricos en una infraestructura que incluye distintas tecnologías de carga rápida y lenta. CIRCE colabora con ENDESA, líder del consorcio español.
Otra muestra de la colaboración es la participación en el Simposio Japonés sobre Vehículo Eléctrico, dónde se incluye una ponencia a cargo de Ignacio Martín, delegado de CIRCE en Bruselas, sobre el desarrollo actual del coche eléctrico en España.