Desde el 1 de marzo hasta el 10 de abril la biblioteca de humanidades María Moliner se convierte en un mundo de papel. Así, albergará en su salón de actos una exposición de papiroflexia, organizada como homenaje a Eduardo Gálvez, reconocido catedrático y profesor de Química de la Universidad de Zaragoza, que fue uno de los más reconocidos aficionados e impulsores de este arte en el ámbito internacional, al que se acercó por su interés por la geometría. La muestra, que incluye papirolas originales de Gálvez, podrá visitarse de lunes a viernes de 8,30 a 21,30 y los sábados de 9,10 a 13,30.
La Biblioteca de la Universidad de Zaragoza, dentro de su ciclo de actividades ExLibris destinada a la difusión de su valioso patrimonio documental, inaugura el lunes, día 1 de marzo a las 19,30 horas, esta exposición cuyo fin es sacar a la luz la figura de un universitario singular, en quien se combinan el rigor de su actividad académica e investigadora con la curiosidad y fascinación por la papiroflexia, una actividad manual que, relegada generalmente a la categoría de afición, ha sido objeto de atención e interés por parte de artistas e intelectuales de la talla de Miguel de Unamuno, Ramón Gómez de la Serna o, en Aragón, Ramón Acín. La exposición se ha realizado con la colaboración de la Facultad de Filosofía y Letras, el Colegio Mayor Universitario Pedro Cerbuna y el Grupo Zaragozano de Papiroflexia.
Eduardo Mª Gálvez Laguarta (1900-1972), doctor en Ciencias Químicas y en Ciencias Físicas, fue catedrático y profesor de Química en la Universidad de Zaragoza e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Creó el Círculo de Aproximación Filosófico-Científica, que celebró en Zaragoza siete reuniones y numerosos cursillos, promovidos por la Institución "Fernando el Católico". Autor de más de 400 publicaciones en diferentes revistas nacionales y extranjeras, dedicó los últimos años de su vida a la investigación sobre la actualización del idioma, publicando una valiosa colección de artículos bajo el epígrafe De re linguistica.
Su afición por la papiroflexia le llevó a ser uno de los fundadores del Grupo Zaragozano de Papiroflexia. La convivencia de Gálvez en el Colegio Mayor Universitario Pedro Cerbuna, hizo del colegio el centro de difusión de este arte, llegándose a realizar siete exposiciones internacionales de papiroflexia, y otras muchas actividades, algunos de cuyas papirolas originales se muestran en la exposición.
El acto de presentación de la Exposición tendrá lugar en el salón de actos de la Biblioteca de Humanidades María Moliner (Plaza San Francisco), el lunes, día 1 de marzo, a las 19:30 h.
El decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza, Severino Escolano, presidirá la inauguración, en la que intervendrá Luis Fernando Giménez, del Grupo Zaragozano de Papiroflexia, con la conferencia Eduardo Gálvez, papiroflexista. Una semblanza.
La Exposición recorre en primer lugar la biografía y trayectoria académica de Eduardo Gálvez: sus documentos académicos, títulos, cargos y publicaciones de tipo científico. El grueso de la exposición está dedicado a la papiroflexia, relacionando la documentación el legado Gálvez con las personalidades más relevantes a escala nacional e internacional en este arte. Así, una vitrina se dedica a la figura de Solórzano, el gran maestro, que le puso en contacto con otras personalidades y grupos en países como Estados Unidos (ver la vitrina dedicada al Origami Center de Nueva York), Argentina (donde trabajaba Ligia Montoya figura clave a escala internacional- y se editaba la revista The Origamian) o Japón, con las sutiles y perfectas papirolas de Akira Yoshizawa. Otras vitrinas recogen el legado de las exposiciones internacionales de papiroflexia organizadas en el Colegio Mayor Pedro Cerbuna. Por último, se presenta una selección de trabajos realizados por el Grupo Zaragozano de Papiroflexia, que Gálvez ayudó a formar.
ExLibris, ciclo de actividades sobre libros y documentos de la Universidad de Zaragoza quiere, con esta exposición rendir homenaje a un universitario singular, así como rescatar su nombre del olvido dando a conocer la valiosa e inexplorada documentación existente en la Biblioteca María Moliner de la Facultad de Filosofía y Letras que acoge su legado y de la que ahora se ofrece una muestra.