El rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López Pérez, ha comparecido ante los medios de comunicación para exponer la opinión de la Universidad sobre el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas.
El Tribunal de Cuentas lleva a cabo, de forma habitual, su labor de fiscalizar a todas las administración públicas, analizando su actuación y realizando recomendaciones para su mejora. En este sentido, el 29 de marzo de este año aprobó un informe sobre la Universidad de Zaragoza relativo a los años 2006-2007, en el que se realizaban nueve recomendaciones de carácter general, muchas de las cuales ya han sido puestas en práctica. Asimismo, se recogen diversos aspectos sobre los que es necesario aclaración.
Es preciso señalar que en ningún momento el informe afirma que haya existido menoscabo alguno de los caudales públicos, requisito sin el cual no puede declararse responsabilidad contable y que, hasta la fecha, nunca se ha apreciado la existencia de hechos generadores de tal responsabilidad en la Universidad de Zaragoza.
Con respecto a aspectos concretos, pueden agruparse en tres grandes bloques:
1. Aspectos referidos a contratación y obra pública.
Por lo que respecta al Edificio Paraninfo, su rehabilitación ha tenido especiales dificultades, ya que en el proceso de realización de la obra (hay que recordar que se trata de un edificio monumental, de 1893, declarado Bien de Interés Cultural) fue preciso introducir modificaciones que se descubrieron durante el proceso (como la sustitución íntegra de la cubierta de la gran exedra posterior, el cambio completo del tejado del Aula Magna al descubrirse una viga en mal estado y con riesgo de hundimiento o la actuación sobre el sótano, que ha permitido su conversión en espacio permanente de exposiciones). En resumen, aparecieron necesidades habituales en las operaciones de rehabilitación de edificios, que no existen en los de nueva planta. El control de las obras se ha llevado a cabo con el máximo rigor, extrañando que el Tribunal de Cuentas hable de facturas sin conformar, ya que lo están por su reverso por el Adjunto al Rector para Infraestructuras y el Director de la UTC.
Con respecto a Filosofía y Letras, se habla de una factura no conformada. Sorprende esta afirmación, y suponemos que tiene la misma explicación. Por otra parte, se habla de la carencia de certificaciones de obra, por el abono de los trabajo, lo que es inviable, ya que estas únicamente existen cuando se trata de una obra, y en este caso es tan solo un proyecto.
Finalmente, se habla de que se han firmado actas de recepción con irregularidades. Se ha tratado siempre de hechos menores (mala programación de elementos de climatización, ralladuras de puertas), habiendo retenido la Universidad la fianza hasta que han sido subsanadas.
2. Premios de jubilación del Personal de Administración y Servicios.
Tienen su origen en el convenio que la Universidad de Zaragoza suscribió con el PAS laboral en el año 2000, que se encontraba dentro de la capacidad de negociación de la empresa con los trabajadores. Con objeto de no discriminar a los funcionarios de este sector, se extendió al mismo, mediante el Pacto suscrito con los representantes sindicales ese mismo año. Se trata de una acción comprometida en el 1 % de la masa salaria como acción social, que ascendió a 15.000 en 2006 y 54.000 en 2007. Sobre este aspecto, el Tribunal de Cuentas abrió diligencias preliminares en 2003, que el Delegado instructor ordenó archivar.
3. Aspectos contables.
Se refieren a alguna factura sin conformar, a la proliferación de excesivo número de cuentas, a la falta de una Contabilidad Analítica, aspectos todos ellos que la Universidad ya ha subsanado o está en proceso de subsanación. Especialmente, es necesario señalar la publicación de la Contabilidad Analítica, siendo la de Zaragoza la primera Universidad en hacerlo. Por lo que respeta al elevado número de cuentas, se refiere al hecho de que cada proyecto de investigación gestiona sus propios fondos, lo que mejora la eficiencia en la gestión de los fondos por parte de los investigadores.
En consecuencia, la Universidad de Zaragoza valora positivamente las indicaciones del Tribunal de Cuentas y considera que se refieren a aspectos ya resueltos o en proceso de resolución. En el caso de que se detectase alguna irregularidad, que siempre serían deficiencias formales, previamente debería seguirse el procedimiento establecido en la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas, se procedería a explicar y justificar sus causas y, en su caso, las medidas adoptadas para la corrección de las mismas en futuros ejercicios, si es que no estuviesen ya corregidas.