Un estudio con 6.000 niños de 2 a 9 años de ocho países de Europa muestra la relación entre los factores de riesgo sociales y trastornos como la ansiedad o la depresión
La revista “European Child and Adolescent Psychiatry” recoge los resultados del trabajo realizado por el grupo GENUD de la Universidad de Zaragoza
La investigadora Isabel Iguacel ha analizado datos del estudio multicéntrico IDEFICS realizado en Bélgica, Chipre, Estonia, Alemania, Hungría, Italia, España y Suecia
(Zaragoza, lunes, 10 de julio de 2017). Los factores de riesgo sociales en niños tienen consecuencias en su salud física y psicológica. Así se desprende del estudio realizado sobre 6.000 niños de 2 a 9 años de ocho países de Europa por el grupo GENUD de la Universidad de Zaragoza y cuyos resultados se recogen en la revista científica “European Child and Adolescent Psychiatry”.
El grupo de investigación GENUD, coordinado por el profesor Luis Moreno, ha comprobado que los niños cuyos padres afirmaban contar con una red social de apoyo escasa, es decir, con una o ninguna persona de apoyo en caso de necesidad, presentaban el doble de probabilidades de tener problemas psicosociales (un bajo nivel de bienestar mental y problemas internalizados, como depresión o ansiedad,entre otros) en comparación con aquellos niños cuyos padres tenían dos o más personas con las que poder contar en caso de urgencia.
La joven investigadora Isabel Iguacel Azorín, así como el resto de colaboradores, se basaron en datos del estudio IDEFICS (Identification and prevention of dietary- and lifestyle-induced health effects in children and infants study). Se trata de un estudio multicéntrico realizado a 6.000 niños en Bélgica, Chipre, Estonia, Alemania, Hungría, Italia, España y Suecia, en los que se realizaron mediciones en los colegios a los niños de 2 a 9 años. Hubo dos momentos de medición: en el curso 2007-2008 (medida inicial) y, dos años después, en el curso 2009-2010 (medida de seguimiento).
En esta muestra, se identificaron cuatro factores de riesgo social: 1) familias que reportaron tener una red social de apoyo escasa, 2) familias inmigrantes, 3) familias con algún miembro desempleado y 4) familias no tradicionales (entendidas como aquellos niños que no vivían con ambos padres biológicos).
La educación, los ingresos o la ocupación han sido indicadores ampliamente investigados en la literatura, sin embargo, otros factores de riesgo social han sido menos estudiados.
Asimismo, niños de familias no tradicionales y de familias desempleadas tenían un 30% y un 56% más de probabilidades tener problemas psicosociales en comparación con aquellos niños que vivían con ambos padres biológicos y sus padres estaban empleados respectivamente. Estos resultados fueron independientes del género, edad, educación, ingresos y ocupación parentales; índice de masa corporal; zona geográfica y estilos de vida (dieta, ejercicio físico y comportamientos sedentarios).
Niños cuyos padres no habían nacido en el país de estudio y se consideraban como inmigrantes no tuvieron un riesgo mayor de padecer problemas psicosociales en comparación con los nativos del país.
Los resultados de este estudio ponen de manifiesto la importancia de controlar a aquellos niños con riesgos sociales desde las etapas más precoces de la vida. Se sugieren intervenciones que logren aumentar las redes sociales en aquellos padres con una red social mínima, para así disminuir el riesgo de problemas psicosociales de los niños en el futuro.
El grupo de investigación GENUD de la Universidad de Zaragoza pertenece al Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS), al Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2) y al Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).
En la imagen, Isabel Iguacel, en su despacho en Melbourne (Australia).
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