Los campus de Huesca y Zaragoza dedican un ciclo a la estrella del cine mudo Gloria Swanson

El Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza revisa la trayectoria de una de las más destacadas estrellas del cine modo de Hollywood: Gloria Swanson. Esta actriz, que coincidió con Charles Chaplin en algunas de sus primeras películas, y compartió después cartel con Rodolfo Valentino o Lionel Barrymore, fue una de las interpretes más populares de Estados Unidos en los años 20. El ciclo, que se abre este lunes, 4 de diciembre, en el Campus de Huesca, con ‘No cambies de esposo’, de Cecil B. DeMille, ofrecerá -a través de cintas de directores como Sam Wood, Allan Dwan, Erich von Stroheim o Raoul Walsh- un recorrido por las obras que rodó entre 1919 y 1929 esta actriz que, pese a su éxito en ese periodo,  hoy es recordada por su papel en El crepúsculo de los dioses (1950), de Billy Wilder.

 

Las sesiones en la capital altoaragonesa tendrán lugar los lunes y los miércoles lectivos, hasta el 15 de enero; siempre a las 19 horas, en la Facultad de Empresa y Gestión Pública (plaza de la Constitución, 1).

 

La misma programación se desarrollará en Zaragoza, en el Colegio Mayor Pedro Cerbuna (calle Domingo Miral s/n), los días laborables, del 11 al 20 de diciembre, a las 19,30 horas.

 

 

 

Gloria May Josephine Svensson (1899-1983), nombre real de Gloria Swanson, fue una verdadera estrella del cine mudo de lujosa vida y ajetreada y mediática trayectoria sentimental. Desde su debut a mediados de los años diez, llegando a coincidir con Charles Chaplin en Charlot cambia de oficio (1915), ascendió vertiginosamente hasta convertirse en una de las intérpretes más populares de la segunda década del siglo XX, llegando a tener en la compañía Paramount un salario anual de un millón de dólares. Con la llegada del cine sonoro su suerte cambió, reduciendo drásticamente sus apariciones en la gran pantalla, y dedicándose a otra labores en campos como la televisión o la radio.

 

En 1950 reaparecería en el cine, encarnando a la mítica Norma Desmond, en El crepúsculo de los dioses (Sunset Blvd.), trabajo por el que recibiría su tercera nominación a los Oscar. En 1974 interpretó a una pasajera de su mismo nombre en el que sería su último largometraje, Aeropuerto 75, una película en la que junto Charlton Heston, George Kennedy o Linda Blair trabajaron antiguas estrellas del cine mudo y clásico como Myrna Loy o la propia Swanson.

 

El ciclo del Aula de Cine recuerda algunas de las películas que la convirtieron en una celebridad. Ocupan las primeras sesiones tres filmes del que fuera uno de sus principales apoyos con la Paramount, Cecil B. DeMille. Se trata de ‘No cambies de esposo’, ‘Macho y hembra’ (ambas de 1919) y ‘¿Por qué cambiar de esposa?’ (de 1920). Las relaciones matrimoniales y de pareja  -con sus conflictos e infidelidades- protagonizan estas cintas que, en el caso de la segunda de ellas se combinan con elementos del cine de aventuras y cuestiones de clase, tras el naufragio en una isla desierta de un lord, su esposa y sus sirvientes.

 

Un triángulo amoroso también centra la cuarta de las películas, ‘Más fuertes que su amor’ (Beyond the rocks), obra de 1922 de Sam Wood -que podemos volver a disfrutar desde que fue recuperada en 2004-, en la que Swanson tuvo como pareja artística a Rodolfo Valentino.

 

Les seguirán dos cintas  de 1925, filmadas bajo la dirección de Allan Dwan, ‘Zaza’ y  ‘De la cocina al escenario’ (Stage struck), que narran las historias de dos mujeres que triunfan o que quieren triunfar sobre el escenario.La segunda de ellasse proyectará en Huesca ya en enero.

 

La penúltima sesión ofrecerá  ‘La frágil voluntad’ (Sadie Thompson, 1928), de Raoul Walsh, una historia sobre la relación entre un predicador y una mujer alejada de sus estrechas referencias morales, que provocó, además de un éxito importante, cierta polémica,  y que dio a Gloria Swanson una nominación a los recién creados premios Oscar.

 

Y cerrará el programapelícula del director de origen austriaco Erich von Stroheim, ‘La reina Kelly’ (1929). Este filme, que se sitúa en el final del cine mudo y que llegó a tener una versión sonora, también tuvo polémica, por cuestiones morales, en este caso con la censura.