Amplia respuesta del sector agrario a la ‘II Jornada del almendro y el pistacho’ del Campus de Huesca

La ‘II Jornada sobre el cultivo del almendro y el pistacho’ ha completado –al igual que ocurriera en la primera edición– las 300 plazas ofertadas. La Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca (carretera de Cuarte, s/n) acoge, de nuevo, este jueves, 30 de enero, este encuentro profesional en el que investigadores y técnicos de empresas e instituciones abordan diversos aspectos de la producción y comercialización de estos dos cultivos en expansión para los que Aragón y el valle del Ebro tienen -explican los organizadores- “un gran potencial”.

 

Los profesores de la sede oscense de la Universidad de Zaragoza, José Casanova y Pablo Martín Ramos; y Diego Laya, del Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón coordinan esta cita, que pretende dar respuesta a las demandas de información de los agricultores en torno a un cultivo novedoso en España como es el pistacho y a la “revolución” en las técnicas y manejo que se está dando en torno al almendro.

 

Jesús Nogués, director general de Desarrollo Rural de la DGA, ha participado, junto a los coordinadores de la Jornada, en el acto de inauguración que tenía lugar a las 9 horas.

 

Las sesiones de la mañana han estado dedicadas al pistacho, un cultivo que lideran países como Irán, Estados Unidos y Turquía, pero en el que España se sitúa ya como décimo productor mundial. Por la tarde, de 15 a 18 horas, diversas ponencias  abordarán cuestiones encaminadas a mejorar la productividad del almendro. España es el país con mayor superficie destinada a este frutal, pero solamente el tercer productor, por detrás de Estados Unidos y Australia.

 

 

Fernando Camuñas, del Gobierno de Aragón, era el encargado de abrir el primer bloque con una charla sobre las características del pistacho. Seguidamente, Marcos Lucas, que produce este cultivo en la localidad turolense de Estercuel, hablaba sobre los errores comunes en su poda. La elección de portainjertos y los métodos de propagación del pistacho era el tema que abordará Elena García, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Aula Dei.

 

Tras una primera pausa Julián Guerrero, de OmniaPistacho, ha explicado diversos aspectos agronómicos y de elección del material vegetal en el diseño de las plantaciones. Y Joan Fortuny, del grupo Borges, especializado en frutos secos, se adentraba seguidamente en la comercialización del pistacho. Una mesa redonda con los distintos ponentes, sería para atender las preguntas de los asistentes al final de  la mañana.

 

María José Rubio, del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón, abrirá el segundo bloque del encuentro,  a las 15 horas, abordando los patrones y variedades de almendro que pueden facilitar conseguir un cultivo más competitivo. Antonio Poblador, de El vivero de Abel, explicará seguidamente diversas cuestiones técnicas sobre la poda de estos árboles.

 

Clara Martí, profesora de la Escuela Politécnica Superior del Campus de Huesca, hablará, a partir de las 16:45, sobre la fertilización del almendro en secano y regadío. E Ignasi Iglesias, de Agromillora, sobre su cultivo en superintensivo. Un coloquio con el público completará, a las 18 horas, la jornada.

 

Como servicio complementario para los asistentes, la biblioteca de la Escuela Politécnica Superior ha organizado una exposición de publicaciones de su fondo relacionadas con el almendro y el pistacho. La muestra está ubicada en el vestíbulo del Salón de Actos donde se desarrollan las ponencias y permanece abierta durante toda la jornada.

 

 

Aspectos como el precio del producto, el desarrollo de modelos de cultivo mecanizados y otros factores agronómicos y comerciales han propiciado que el almendro y el pistacho hayan captado la atención de los agricultores desde hace ya algunos, sustituyendo a otros en determinadas parcelas.

 

En 2016, con las ‘I Jornadas del almendro y el pistacho’, celebradas en el Campus de Huesca, explica José Casanova, ya se pretendía responder a las necesidades generadas por esta  tendencia, que ha continuado en años posteriores. “La novedad desde entonces es la adquisición de muchas hectáreas por grandes corporaciones para implantar estos cultivos”  y el que haya aflorado el gran potencial del Valle del Ebro para ellos, añade.

 

El almendro ha vivido el desarrollo de nuevos mercados, recuerda el profesor oscense, acompañado por reducciones en los costes de producción a partir de la extensión de nuevas técnicas y manejos de las explotaciones. La evolución de la poda y de otras labores, la introducción de variedades de floración más tardía, menos afectadas por las heladas, el cultivo en regadío o la plantación de más árboles por hectárea hacen que el almendro vaya dejando se ser una producto complementario y que la concepción de su producción se asemeje a la de otros frutales.

 

El pistacho, fruto seco procedente de Oriente Medio, se ha ido introduciendo con una orientación parecida en su cultivo, señala, en determinadas regiones españolas. Las  especificidades de un manejo o la tardanza en que las explotaciones entren en producción son algunas de las dificultades que se han planteado y sobre las que se han ido generando nuevas prácticas y experiencias.

 

La buena respuesta del sector agrario ante estas jornadas técnicas, admite Casanova, plantea la posibilidad de dar continuidad a este evento.