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Descubre la historia del Cocodrilo de Ordesa con la paleontóloga Jara Parrilla en el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia
Jara Parrilla Bel es paleontóloga y desarrolla su actividad investigadora en el Dpto. de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, como miembro del Grupo Aragosaurus, perteneciente al Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de la Universidad de Zaragoza. Ha sido la encargada de llevar a cabo la preparación del fósil del Cocodrilo de Ordesa para su estudio. Se trata del cráneo fósil de un cocodrilo que vivió hace aproximadamente 55 millones de años, en un mar que, en aquel tiempo, se extendía por la zona en la que actualmente se encuentran los Pirineos.
Con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la paleontóloga Jara Parrilla nos cuenta en este vídeo, la historia de este conocido fósil desde su hallazgo.
Fue encontrado en 1992 y excavado en 1993. Desde entonces, se han llevado a cabo diversos esfuerzos por conseguir preparar el fósil para su estudio, así como por obtener información del mismo, aunque no todos han dado los resultados esperados.
En 2020, el IUCA concedió un contrato para los trabajos de preparación del fósil, que llevó a cabo la paleontóloga Jara Parrilla y que finalizaron en diciembre de 2020.Tras su trabajo, el fósil del cocodrilo de Ordesa está preparado para ser estudiado y expuesto, “aunque habrá que seguir trabajado para mejorar algunas zonas de detalle”, apunta la paleontóloga.
Actualmente, puede verse perfectamente en este ejemplar la morfología general del mismo. ”Junto a la reconstrucción 3D a partir del TAC, podemos hacer una buena descripción del cráneo”. Sin embargo, conforme se vaya avanzando en el estudio, la palentóloga afirma que “intentará trabajar en detalle en algunas zonas concretas que puedan aportar más información a la hora de comparar el cocodrilo de Ordesa con otros ejemplares, que nos permitan conocer a qué especie pertenecería, o si se trata de una nueva especie, y su relación con otras especies de cocodrilos”. Desafortunadamente, todavía no pueden verse claramente muchos detalles del fósil: “La alteración que presenta en muchas zonas la superficie externa del fósil y la presencia de sedimento en algunas áreas delicadas, enmascara muchos detalles, como suturas entre los huesos que conforman el cráneo, a los que habrá que dedicarles algo más de tiempo” comenta Jara Parrilla.