INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA
DIVULGACIÓN
Investigadores y estudiantes del Campus de Huesca analizan sobre el terreno las técnicas de mitigación de los efectos de los incendios en el suelo
Edafólogos y alumnado de Ciencias Ambientales han visitado el área afectada por el gran incendio de Ateca del pasado mes de julio
Allí han podido conocer los tratamientos post-incendio que desarrollan los equipos del gobierno de Aragón
Allí han podido conocer los tratamientos post-incendio que desarrollan los equipos del gobierno de Aragón
Investigadores del área de Edafología –la ciencia del suelo- y estudiantes de Ciencias Ambientales del Campus de Huesca visitaban el pasado viernes, 2 de junio, el territorio afectado por el gran incendio forestal del pasado verano en el entorno de Ateca (Zaragoza). El objetivo de esta actividad, organizada en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, era conocer sobre el terreno las técnicas utilizadas después del incendio para atenuar sus consecuencias en el entorno y facilitar su recuperación.
La aplicación de ‘acolchado’ de paja y la construcción de barreras de troncos o ‘log barriers’, son algunas de las medidas de emergencia, para frenar la pérdida de suelo, que ha desarrollado el Gobierno de Aragón en esa zona.
Marta Escuer y Silvia Quintana, investigadoras recientemente tituladas en la Escuela Politécnica Superior de Huesca, Violeta Lalmolda, estudiante de este centro del campus oscense de Unizar y los profesores David Badía y Andoni Alfaro acompañaron y guiaron a los alumnos de segundo curso de este centro en el recorrido y el análisis de esas prácticas junto con Marco Lorenzo y Javier Clavero, de la Sección de Gestión de Montes de la provincia de Zaragoza, y el agente de protección de la naturaleza Jesús Cerdán. En la visita se realizaron transectos de vegetación en las parcelas experimentales donde se han aplicado las citadas medidas; y también se comprobó la carga de sedimentos que contenían las trampas (silt-fences) en las parcelas control y bajo los diferentes tratamientos.
Los estudiantes habían realizado previamente experiencias formativas en las aulas para conocer y evaluar la efectividad de algunas de estas prácticas. Escuer, Quintana y Lalmolda, coordinaron, bajo la supervisión de los profesores citados y de Jesús Betrán, y como parte de un proyecto de aprendizaje-servicio, estas iniciativas en el marco de la asignatura de Degradación y Contaminación de Suelos, de segundo curso de Ciencias Ambientales. Entre otras acciones realizaron una práctica de laboratorio para comprobar la erosionabilidad de suelos. Para ello se diseñó un experimento didáctico para medir la efectividad del ‘acolchado’ de paja como tratamiento post-incendio. Se realizó una simulación de lluvia con distintos tratamientos o situaciones: acolchado sobre cenizas, suelo con cubierta de ceniza, acolchado sobre suelo y suelo desnudo. Durante la simulación, se recogió el agua de escorrentía con los sedimentos y la ceniza en suspensión. Después, se midió la conductividad eléctrica en el agua de escorrentía como medida de la calidad del agua, y se calcularon las tasas de escorrentía y la erosión de los suelos. Los alumnos pudieron comprobar, a pequeña escala, la efectividad del acolchado como protector del suelo quemado. Ese mismo tratamiento, pero aplicado en campo, se pudo observar con la visita técnica a Ateca.
“Convivir con los incendios forestales”
Todas estas actividades se han desarrollado como parte de proyecto ‘Plantando Cara al Fuego’, que pone en contacto a estudiantes con agentes vinculados al fenómeno de los incendios y con las propias comunidades afectadas, con el objetivo de mejorar su formación en este campo y, señalan sus responsables, “cambiar la relación entre sociedad e incendios forestales”.
El proyecto, que se apoya en iniciativas de “aprendizaje-servicio” a la comunidad, y en el que participa el Campus oscense de Unizar, cuenta con financiación del Fondo Español para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), y en él participan 11 comunidades autónomas.
Con ellas, explican, “se busca entender la problemática sobre el terreno y generar soluciones colectivas que atiendan a las necesidades reales de este complejo problema”. Pues, aseguran, “pese a los avances de los últimos años en aspectos como la prevención, la detección o la restauración de espacios quemados, su implementación es limitada debido a la falta de transferencia de conocimientos y la implicación ciudadana”.
Tratando de paliar esta carencia el proyecto potencia la interacción de estudiantes profesores e investigadores con miembros de las administraciones públicas, habitantes de las zonas afectadas, propietarios de los terrenos y ONG relacionadas con esta problemática.
La edición actual del proyecto culminará este verano en Santiago de Compostela con la celebración de un encuentrointernacional sobre iniciativas educativas innovadoras que buscan contribuir a que la sociedad aprenda a afrontar y “convivir con los incendios forestales”, que considera su coordinador, el profesor Agustín Merino, “el mayor problema ambiental de España”
El lema del encuentro –que tendrá lugar los días 12, 13 y 14 de julio en la universidad de la capital gallega, responde a la necesidad de generar estrategias estables que ayuden a prevenir los incendios y reducir sus impactos, explican. “Al igual que una región afectada por los terremotos debe de convivir con ese problema, nosotros debemos hacerlo los incendios”, señala el docente gallego
Las inscripciones ya están abiertas para este evento que busca ser un punto de encuentro de personas interesadas en esta cuestión vinculadas a sectores como la innovación educativa, la educación ambiental, la gestión forestal o la prevención de incendios, entre otros.
El objetivo es buscar nuevas fórmulas y modelos para formar y sensibilizar a la población, incrementando la implicación ciudadana y la transferencia de conocimientos, ya que se ha demostrado que estos factores contribuyen a reducir la ocurrencia de incendios.
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