INVESTIGACIÓN Y TRANSFERENCIA

INVESTIGACIÓN

Arqueólogos de la Universidad de Zaragoza estudian en La Muela los indicios de minería más antiguos documentados en Aragón

Se trata de un complejo minero dedicado a la extracción de un tipo sílex denominado Botorrita-Monegros, distribuido por el valle del Ebro e, incluso, más allá de los Pirineos

Las minas se datan probablemente en el Neolítico, aunque han sido aprovechadas en otros momentos de la historia

La revista Munibe Antropologia-Arkeologia, editada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, publica los resultados de las primeras prospecciones realizadas en este yacimiento
Investigadores del grupo Primeros Pobladores y patrimonio Arqueológico del Valle del Ebro (P3A), del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) y de las universidades de Zaragoza, País Vasco y Tucumán han publicado recientemente un estudio sobre las minas de sílex prehistóricas situadas en la partida de La Leandra, en la localidad de La Muela (Zaragoza), que constituyen los indicios de minería más antiguos documentados en Aragón. Esta publicación revela un conjunto minero de gran complejidad y extensión, cuyas minas datarían del Neolítico (hace 6500 años aproximadamente), aunque habrían sido objeto de aprovechamientos en otros momentos históricos.
 
La revista Munibe Antropologia-Arkeologia, editada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha publicado recientemente un artículo en el que se presenta la primera fase de las investigaciones, dirigidas a delimitar y evaluar la entidad del yacimiento, identificar los puntos concretos de explotación y determinar sus características. Se trata de un contexto minero alterado y parcialmente oculto, ya que sobre las labores prehistóricas se superponen importantes canteras de los siglos XVIII y XIX para la producción de piedras de fusil, de notable interés histórico y patrimonial, pero que dificultan el reconocimiento de las minas antiguas.
 
En este conjunto, de unas 30 ha de extensión (equivalente a 60 campos de fútbol aproximadamente), se desarrollaría una minería de transferencia a cielo abierto a partir de pequeños pozos iniciales y su ampliación posterior, llegando a conformar un frente de cantera con incipientes galerías. En este tipo de minería los derrubios generados conforme avanzan los desmontes van rellenando los huecos de las labores precedentes. Se trata de un modelo que transciende en el tiempo y que tiene su principal referencia peninsular en las explotaciones neolíticas de Pozarrate (Treviño, Burgos). A pesar de las diferencias tecnológicas y cronológicas, las explotaciones para piedras de fusil de los siglos XVIII y XIX siguen el mismo patrón. Esto nos habla de una adaptación a los condicionantes geológicos y a la disposición de las formaciones que contienen las materias primas objeto de interés, en este caso los nódulos de sílex.
 
Las evidencias denotan un trabajo continuado, sistemático y planificado en estas minas, en las que se extrajo el sílex tipo Botorrita-Monegros de forma masiva y desde las que se distribuyó ampliamente por buena parte del valle del Ebro e, incluso, más allá de los Pirineos. Los artefactos más significativos hallados en La Leandra son las numerosas mazas de minero, algunas con pesos de más de 11kg., utilizadas para romper la roca caliza en el frente de cantera y extraer los nódulos de sílex.
 
La investigación realizada permite determinar las características de las antiguas actividades de explotación y propone un modelo de producción compatible con el conjunto de evidencias, proporcionando así pautas sobre los sistemas productivos del Neolítico y creando una base para el estudio del suministro y flujo de las materias primas líticas.
 
 
Imágenes:
1.   La Leandra. Zona central con las principales explotaciones prehistóricas sobre las que se observan pozos y escombreras de los siglos XVIII y XIX relacionadas con la producción de piedras de fusil.
2.   Oscar Pueyo, geofísico del IUCA, ayudado por un colaborador, realizando la prospección de georradar (GPR Ground Penetrating Radar) sobre los restos de una escombrera antigua con objeto de determinar las características del subsuelo.
3.   Artefactos líticos relacionados con la actividad minera. En la parte superior, mazas con escotaduras centrales sobre cantos rodados de cuarcita (1-3), roca corneana con textura mosqueada (4) y granito (5). Abajo, percutores esféricos de cuarcita (6), arenisca (7) y sílex (8), así como núcleos de sílex (9-11).
4.   A) Perfil estratigráfico en un pozo moderno generado al perforar una explotación prehistórica. A la derecha, una maza de cuarcita justo debajo de una acumulación de cantos y bloques de una escombrera antigua. B) Secciones topográficas determinadas sobre el MDE. Las secciones A-A’ y B-B’ cortan morfologías suaves prehistóricas. La sección C-C’ corta un pozo y varias escombreras modernas con doble cresta. La sección D-D’ corta un pozo y escombrera modernos sobre una depresión anterior.

Archivos adjuntos

Ver archivo | image/jpeg
Ver archivo | image/jpeg
Ver archivo | image/jpeg
Ver archivo | image/jpeg

    Compartir: