La facultad de Filosofía y Letras protesta contra las reformas.

La Facultad de Filosofía y Letras de la universidad de Zaragoza es de las más antiguas del campus que a pesar de la excelencia de su enseñanza ha tenido una trayectoria complicada.

Desde hace ya varios años que la facultad se enfrenta a múltiples obstáculos que amenazan su vocación docente, el más destacable de ellos es, sin duda, la precariedad de sus instalaciones que han amenazado, en no pocas ocasiones, la vida de alumnos y profesores.

“Han estallado ventanas en plena clase, se nos caen los fluorescentes encima, las goteras son insoportables, pero aún con todo hemos conseguido salir adelante” explica uno de los profesores. Cuando los problemas financieros de la universidad comenzaron el rectorado tomó la decisión de no dejarse vencer por las circunstancias y de poner al mal tiempo buena cara, utilizando esos desperfectos con fines educativos. Sólo durante el último año más de cincuenta alumnos de la universidad se apuntaron a las jornadas anuales de 100 metros lisos con escaleras, que cada primavera se organizan con motivo de un nuevo desconchón en el techo. “En la mayoría de las universidades los deportes son algo secundario, pero aquí se les da tanta importancia como al resto de las asignaturas” reflexiona un alumno de erasmus.

Además de las competencias habituales, los profesores incluyen lecciones de supervivencia en climas extremos en sus clases, todo sea por enriquecer las enseñanzas. El año pasado como novedad candente la facultad organizó una clase de escapismo de incendios en el ascensor
cuyas limitadas plazas se llenaron en un abrir y cerrar de ojos. Actualmente están negociando un convenio con el parque de bomberos para convalidar créditos en el entrenamiento para el cuerpo a quienes hayan realizado este curso, aumentando así las salidas de las carreras de filosofía y letras.

“No hay derecho a que después de haber conseguido ampliar la educación a todos los ámbitos ahora quieran que esto desaparezca” declara el rector. Comisiones de alumnos y colectivos estudiantiles están recogiendo firmas para frenar esta vergonzosa exhibición de la que hace gala el Ministerio de Educación al tratar de suprimir todas estas enseñanzas extracurriculares.

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