Ignacio Tebas Medrano, actual Profesor de bachillerato en el Instituto Público Lucas Mallada, y otros tres socios fundaron recientemente, en 2014, una ONG llamada Reciclaje Tecnológico, cuya meta es la dotación de ordenadores a familias sin recursos con alumnos en Educación Primaria y Secundaria.

En palabras de la propia organización, dos objetivos fundamentarían su actividad “romper la desigualdad en materia de alfabetización informática y tecnológica en los polos sociales más desfavorecidos de nuestra sociedad” y “promovemos la reutilización de ordenadores obsoletos o en desuso”.

Ésta idea nació de una pesadilla que rondaba los sueños de Ignacio Tebas, la cual representaba en una misma calle, a personas blancas dentro de un establecimiento, trabajando, con una atmósfera apacible y próspera, a la par que las personas negras estaban fuera de ese local, trabajando en puestos de desempeño físico o que no requerían de “grandes” titulaciones. Este mal sueño vendría a constatar en el futuro la creación de Reciclaje Tecnológico. Una primera piedra a la que se sumarían hasta 7 socios en la actualidad.

Ignacio Tebas, que ha participado activamente durante varios años en otras asociaciones y en cooperación en países en vías de desarrollo, destaca sin embargo en muchos de estos proyectos una “falta real de integración de los cooperantes con aquellos a los que van a ayudar”, así como nuevas formas de solidaridad, el terrorismo solidario, una manera de invertir capital (humano, económico u otros) en aquellas personas en las que puedas inculcar una situación de prosperidad, es decir, una forma de ayudar distinta de las ONGs, más directa y que se asemeja al “terrorismo” por su actuación en solitario y directa.

Siguiendo una línea de actuación parecida y programada, surge la primera iniciativa de la ONG.
El proyecto embrionario de la ONG fue un campamento de formación para 20 cooperativas de un poblado de Dakar, Senegal, en el cual se les formaría en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), a la par que se reciclaban 20 ordenadores. El grupo oscense mira ahora en aras de poder colaborar en informatizar aulas en otros proyectos.

Respecto a la actuación de la ONG, se han manifestado varios aspectos que determinan la acción:
1. Se requiere una formación en solidaridad, para concienciar a la población local y escolar.
2. La tecnología debe estar al servicio de la educación.
3. En el tema medioambiental, se da más importancia al coste capitalista que al ambiental.
4. Una ONG pequeña puede actuar con más rapidez debido a sus proporciones, que no
requieren de losas burocráticas, administrativas u otras trabas que surgen con el aumento de
tamaño.

Diversos organismos han colaborado con Reciclaje tecnológico; el Ayuntamiento de Huesca le cedió una sala en el local de juventud Z-51, la fundación San Ezequiel Moreno ha gozado de una larga trayectoria de colaboración y compañerismo, gracias a la actuación de la presidenta, Bárbara, y se esperan futuros proyectos con otros entes.

Para colaborar con la ONG, se pueden depositar los componentes electrónicos, desde mp3, ratones y cascos hasta equipos completos en las siguientes direcciones:

- La Catalítica C/ Lanuza 34
- C.C. del Matadero Av/ Martínez de Velasco 6
Y su dirección de contacto: reciclajetecnologicohuesca@gmail.com

Estudiantes en Defensa de la Universidad colaborará este año con Reciclaje Tecnológico en la Facultad de Ciencias Humanas y de la Educación de Huesca, y esperamos que esta red de apoyo se extienda a las otras capitales de provincia. EDU se encuentra aún en fase de negociaciones con la Facultad para poder disponer de contenedores donde depositar estos elementos.

Desde el equipo EDU Huesca quedamos a entera disposición y deseamos una trayectoria próspera y fructífera a ésta y otras tantas ONG que día a día intentan mediante la participación ciudadana mejorar el futuro de sus localidades, y luchan por los derechos de los estudiantes.