INTERVENCIÓN: Docencia
Volvemos a intervenir hoy como hace dos años, con la agridulce sensación de que esto es algo ya visto; y como si no hubiera transcurrido el tiempo, de manera que nuestra anterior intervención no parece sino haberse tratado de un ensayo para la de hoy. Porque, lo sentimos, pero casi ninguno de los cinco problemas que poníamos de manifiesto en nuestra anterior intervención ha quedado resuelto.
De estos problemas que se pusieron de manifiesto en aquella intervención sólo el de la política económica de becas ha mejorado; lo que -con lo que está cayendo- no es poco. Pero los otros cuatro no es que sigan latentes, sino que están plenamente vigentes.
Poníamos de manifiesto como el objetivo del EEES era que la enseñanza no diera la espalda a la realidad material y al mundo laboral y a la sociedad en su conjunto; señalando como puntos conflictivos la estructura de la universidad, la modificación de las titulaciones, la preparación del Grado y la forma de computo de los créditos.
Y ahora, dos años más tarde ¿qué tenemos? : La Universidad de Zaragoza es una desconocida para el resto de la Comunidad Autónoma. En los institutos de secundaria persiste la desinformación y el desconocimiento sobre aspectos tan diversos y esenciales, como el contenido de las enseñanzas que se imparten, funcionamiento y representación, o incluso a donde acudir ante un trámite administrativo ordinario. Hoy en día, todo el mundo pide acercar la universidad al mundo de la empresa. Pero es a la sociedad a la que debemos acercar el conocimiento y los avances que cada día se producen en nuestros centros. No podemos olvidar, que es la sociedad la que invierte en la Universidad, y que es necesario que la Universidad esté a la altura de esta función social. Ha de ser un lugar de participación, de debate, abierto al mundo y a las preocupaciones de los ciudadanos.
Tampoco la Universidad en su interior se ha adaptado: no hay suficiente participación del alumnado. Esta participación ha de reflejarse en la vida académica diaria. No puede ser que mientras la Universidad de Zaragoza ha sido nombrada Campus de Excelencia, y busque situarse entre la mejores instituciones educativas de España, aun se sigan produciendo situaciones propias de tiempos pasados: no puede ser que diariamente asistamos a clases que comienzan tarde y finalizan pronto. No puede ser que se impartan clases inhumanas de tres horas y en las que el profesor relega al alumno al papel pasivo de mero transcriptor, de simple escriba, de oyente mudo, que sólo ha de aportar su presencia física. Y –desde luego- tampoco puede ser que no se esté produciendo la aplicación de las nuevas metodologías y mejora docente, o que el sistema de prácticas que se está llevando a cabo sea el mismo que se venía desarrollando con los anteriores planes salvo por lo que hace a la exigencia de asistencia.
No es esto lo que se nos prometió cuando se empezaba a hablar del Espacio Europeo de Educación Superior. Y en fin, esperábamos más.
A pesar de esto, estamos esperanzados en los frutos que puedan dar las Comisiones de Garantía y la Normativa de Evaluación, ahora en trámite. Nos gusta y apoyamos el texto presentado por el Vicerrectorado, creemos que va en la mejor dirección. No queremos que se nos haga tragar un texto descafeinado ya lo avisamos. La Calidad debe ser el centro de la labor universitaria. Esta normativa ayudará a ello.
Esperamos no tener que venir dentro de algún tiempo y decir que no hemos avanzado porque esta normativa se ha hecho por otros criterios alejados de garantizar la mejor evaluación posible de los estudiantes.