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Nuevo Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza

El Consejo de Estudiantes es el órgano superior de consulta y deliberación de los estudiantes de la Universidad de Zaragoza.  Se compone de una representación de las delegaciones de alumnos de cada centro (48 puestos repartidos proporcionalmente entre los centros) y de los seis estudiantes que pertenecen al Consejo de Gobierno.

El pasado martes 20 de diciembre se reunió el Consejo de Estudiantes en una larga sesión doble que duró buena parte de la mañana.  En primer lugar, se agradeció a los representantes de las delegaciones y a la comisión permanente saliente por su labor durante el año pasado.  Nosotros queremos agradecer especialmente la labor de Jose Antonio Gadea, miembro de EDU y presidente del Consejo de Estudiantes durante el curso 2010-2012 por su labor.

Después, se constituyó el nuevo Consejo de Estudiantes para el curso 2010-2012.  Se eligió una nueva presidenta, Clauda Lorente, estudiante de Filosofía y Letras y del colectivo CEPA, y una comisión permanente de siete miembros: la presidenta, Rafael Rubio como presidente, Guido Casabiel como secretario (continuando su labor desde la anterior comisión permanente), Carolina Carnicer como tesorera, y Camino Ivars, Adrián Cabañas y Andrea González como vocales.

Queremos agradecer a Carolina Carnicer, estudiante de Magisterio y representante en el Consejo de Gobierno por EDU, que asuma el trabajo extra que derivado de participar en las labores de la comisión permanente del Consejo de Estudiantes.  Y también desear mucha suerte al nuevo Consejo de Estudiantes, un espacio en el que siempre estaremos dispuestos a colaborar, participar, debatir y apoyar.



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Heraldo de Aragón: “Un vicedecano denuncia que hay alumnos que copian con «aparente impunidad»”

Un vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras ha enviado una carta a los directores de departamento de su centro para transmitirles que, en los últimos días, varios alumnos han denunciado que hay un grupo de estudiantes que copia en algunos exámenes «de manera relativamente regular» y «con aparente impunidad». En la misiva pide que se arbitren las medidas necesarias para reforzar la vigilancia durante las pruebas de evaluación con el fin de evitar este tipo de fraude.

La carta, fechada el 13 de junio, la envió José Luis Mendívil, vicedecano de Profesorado e Innovación Docente de la Facultad de Filosofía y Letras, tras conocer las protestas de algunos delegados de curso que acudieron a él para pedirle amparo. Estos jóvenes argumentaban -según se lee en el documento al que ha tenido acceso este periódico- que el hecho de que haya estudiantes que copien implica, «además de un posible falseamiento de las calificaciones», «un grave perjuicio y menoscabo de sus derechos a aquellos que se abstienen de hacerlo».

El autor de la carta la envió en calidad de presidente de la comisión de docencia y ayer matizó que no tiene constancia de que se haya incrementado el número de alumnos que hacen trampas en las evaluaciones, ni se trata de un asunto generalizado. «Es una denuncia que hicieron unos valientes ante un hecho que les perjudicaba», comentó. Este añadió que hay que entender que los estudiantes cada vez son más competitivos y que, en determinados casos, se juegan las becas por unas décimas. «No es lo mismo obtener un notable que un sobresaliente. Es entendible que no quieran que les arrebaten las buenas notas los que copian», añadió.

La representante de Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU), Marta Mira, apuntó ayer que desconocía estos hechos y aseguró que no tiene constancia de que en la comisión de docencia -de la que es miembro- se haya tratado este asunto. Del mismo modo se manifestó el delegado de centro. No obstante, el presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad y también miembro de EDU insistió ayer en que, aunque no conocen esta denuncia en concreto, su posición está siempre en contra de los que hacen trampa. «Cada uno debe obtener la nota que se merece y que ha conseguido con su esfuerzo, no copiando», señaló.

La respuesta está en el móvil
El vicedecano explicó que no tiene información detallada de los casos denunciados, pero señaló que los métodos utilizados para copiar van desde las tradicionales chuletas al uso de los ‘smartphones’(teléfonos inteligentes). Con estos, los alumnos pueden cargar páginas de texto o consultar internet. «Muchos profesores obligan a dejar estos aparatos y las carpetas a un lado. Pero hay otros que permiten tenerlos en la mesa para que los jóvenes puedan mirar la hora», contó. Mendívil añadió que simplemente ha hecho una llamada de atención para que se vigile más o haya más profesores en el aula durante los exámenes.

El vicedecano envió la carta a los directores de departamento que son los responsables de la supervisión durante el desarrollo de las pruebas, según dice el nuevo reglamento de evaluación de la Universidad de Zaragoza.

Gracias a esta normativa, que se ha estrenado este curso, los alumnos que sean sorprendidos copiando de un compañero, mirando una chuleta o utilizando algún aparato para conocer las respuestas de un examen pueden ser expulsados inmediatamente de clase y suspenden la convocatoria. Los docentes pueden actuar así incluso cuando vean que dos alumnos hablan entre sí sobre algún tema relacionado con la prueba.

El documento da a los profesores un respaldo normativo para actuar ante los actos de plagio que atenten contra la legalidad o mérito individual y les obligará a levantar un acta acompañada de las pruebas pertinentes de todos los casos que se encuentren.

Hasta este curso, los docentes de la Universidad de Zaragoza carecían de un protocolo para estas situaciones y cada centro aplicaba como podía el régimen disciplinario general.

Se mantiene el proceso actual en el supuesto en el que un alumno copie y el caso no se resuelva ni con el profesor ni en la comisión de docencia del centro. Entonces será la facultad en cuestión quien lo remita al Rectorado. Este nombrará a un juez instructor y abrirá un expediente informativo y, si lo considera necesario, otro sancionador.

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Próxima reunión del Pleno de la Delegación: 8 de marzo – Asunto clave: memoria y programa de actuación

El próximo 8 de marzo, a las 11.00, se reune en la Sala de Juntas (Planta Baja de la Facultad, acceso por la sala con los retratos de los ex-decanos del centro) el Pleno de la Delegación de Alumnos de Filosofía y Letras.  Éste órgano reune, por un lado, a los delegados y subdelegados* de los grupos de la Facultad, y a los estudiantes del centro que representan al alumnado en órganos como la Junta de Facultad, el Claustro, los Consejos de Departamento y cualquier tipo de comisión u órgano de la Universidad de Zaragoza.
El Consejo de Estudiantes elegido en diciembre presentará un programa de actuación para este curso.  Así mismo se presentará una memoria del trabajo realizado por el anterior equipo.  El Consejo de Estudiantes funciona como una especie de “comisión permanente” de la Delegación, resolviendo asuntos urgentes y organizando las labores generales de la Delegación.
Recuerda que si eres delegado, subdelegado o representante estudiantil puedes y deberías asistir a esta reunión; y que si no lo eres, puedes pedir a tu delegado que transmita los puntos de vista y peticiones de tu clase al Pleno.

* Los subdelegados tienen, en principio, voz pero no voto, ya que hay un voto por grupo de docencia que ejerce el delegado.  Tienen voto si el delegado no puede asistir.

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Aragón Universidad: Copyright para los universitarios

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17-2-2011 Copyright para los universitarios

El nuevo Estatuto de los Estudiantes Universitarios dotará a los alumnos de diferentes derechos, entre los que destacan el reconocimiento de la propiedad intelectual, gracias al cual tendrán “copyright” en sus trabajos, y la creación de un Consejo de Estudiantes Universitarios como medio interlocutor ante el Ministerio.

Zaragoza.- El Estatuto de los Estudiantes Universitarios ya está aquí. Después de años de reuniones por parte de diferentes colectivos estudiantiles, representantes de las universidades españolas y miembros del Ministerio de Educación, y tras sucesivos borradores que conformaban una premisa del mismo, el documento que regula los derechos y deberes de los alumnos universitarios es ya una realidad. Todo ello, gracias a la reforma de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley de Universidades (LOMLOU).

Entre las principales competencias que aborda el Estatuto de los Estudiantes Universitarios, destaca por encima de todo la regulación de los derechos y deberes de los alumnos de más de 80 universidades españolas, ya sean de carácter público o privado. Además de ello, también facilita la orientación al estudiante, así como la formación de sistemas tutoriales por parte del profesorado, que incluirá también programas específicos para la formación de los estudiantes en otros centros universitarios, ya sean en territorio nacional o extranjero.

“Consideramos que es un paso importantísimo, ya que las medidas reguladoras que había hasta ahora estaban desfasadas, databan incluso de la época de Franco, por ello, todo lo que sea renovación y actualización de los derechos estudiantiles es muy positivo”, explica el representante del colectivo estudiantil Bloque Aragonés Universitario (BAU) y miembro del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, Alfonso Bonillo.

Por otro lado, con el objetivo de fomentar la convivencia entre estudiantes y profesores se constituye la formación de comisiones de representación universitaria, integradas por estudiantes, además del Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado, con el objetivo de intercambiar propuestas y cuestiones con el Defensor Universitario. Además, la nueva medida implica que desde las diferentes universidades españolas se podrán “ampliar y avanzar un poco más” en las líneas que incluye el Estatuto por parte de los estudiantes, tal y como afirma Bonillo.

En este sentido, el vicerrector de estudiantes de la Universidad de Zaragoza, Fernando Zulaica, afirma que “este Estatuto era una demanda que se estaba realizando desde muchos sectores estudiantiles desde 2004 y por fin ha llegado”. Se trata de un documento de “consenso” y de “mucho diálogo” entre los diferentes sectores implicados, tal y como explica Zulaica.

Además, también se impulsa la creación de organizaciones de antiguos alumnos de las diferentes universidades españolas con el objetivo de promocionar los diversos campus y para integrar a los alumnos ya titulados en el mercado laboral. También, se fomenta el derecho a becas con la finalidad principal de no excluir a ningún posible estudiante por motivos económicos. “El Estatuto no genera nuevas becas, simplemente se dedica a fomentar el derecho a ellas, sobre todo las de movilidad internacional, potenciando así que ningún alumno de bajas posibilidades económicas no pueda acceder, ya que hasta ahora había una gran brecha económica para ello”, afirma el representante del colectivo Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU) y presidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Gadea.

Otra de las medidas que también recoge el Estatuto de los Estudiantes se centra en las medidas de evaluación. Así, la continua se fomentará ahora en las universidades españolas, valorando no sólo los exámenes finales, sino también el trabajo del día a día y la asistencia a clase. Además, en el caso de la Universidad de Zaragoza, que supera algunos de los derechos establecidos en este nuevo documento legal, también recoge la evaluación final para personas que, por motivos personales, no puedan asistir a clase durante el curso.

Uno de los aspectos más positivos por parte de los representantes estudiantiles y que no recoge el Estatuto de los Estudiantes Universitarios “por lo que se debería mejorar” pero sí lo hace la Universidad de Zaragoza es la evaluación de los profesores por parte del alumnado. “Hasta ahora tan sólo los malos estudiantes eran penalizados y suspendidos, sin embargo los malos profesores seguían ahí, y no se aplicaba ninguna medida para ellos. Ahora a través de encuestas de valoración y de tasas de rendimiento de cada asignatura podemos evaluarlos” asegura el representante de EDU, José Antonio Gadea.

COPYRIGHT EN LOS TRABAJOS

Entre las reformas que incluye este nuevo Estatuto del Estudiante Universitario destaca una de las reclamaciones más valoradas por los alumnos desde hace ya tiempo. No es otra cosa que, a partir de ahora, todos los trabajos, proyectos, tesis y demás documentos generados por los alumnos universitarios contarán con derechos de autor que les protegerán de las copias o plagios por parte de otros alumnos, e incluso de sus propios profesores. “La propiedad intelectual debe respetarse y es todo un avance. El plagio por parte de profesores, que se aprovechaban de su posición de superioridad, era una barbaridad”, comenta Gadea.

En el caso de que sucediera un suceso de tales características, y gracias a la aprobación del citado documento, los afectados podrían presentar una denuncia contra la propiedad intelectual, ya sea contra profesores u otros alumnos, siempre y cuando puedan presentar una copia de los documentos elaborados por ellos.

Por otro lado, una de las cuestiones que preocupa a los representantes de los diferentes colectivos estudiantiles de la Universidad de Zaragoza es la poca información que han podido recibir el resto de alumnos acerca del nuevo Estatuto. Y es que muchos de los jóvenes universitarios no conocen la existencia de este documento, como asevera Noelia Pérez, estudiante de Administración y Dirección de Empresas. “No estoy muy al tanto de lo que en realidad va a suponer este Estatuto, porque la mayoría de las cosas que se hacen para cambiar en la universidad no nos solemos enterar”, comenta. A pesar de ello, explica que “me parece bien que se fomenten las ayudas de movilidad y todo lo que sea positivo es bienvenido”. Al igual que ella, Virginia Pardillos, estudiante de postgrado de Pedagogía Social de la UZ, considera que “es una gran ventaja para los estudiantes, sobre todo, para tener más presencia en el Ministerio, que hacía falta”.

Por ello, “pretendemos informarles y acercarles este Estatuto llevando a acabo una difusión para que sea leído o estudiado por ellos”, explica Bonillo, representante de BAU. Por su parte, Fernando Zulaica comenta que en la página web de la UZ existe todo un apartado informativo sobre el Estatuto “con el objetivo de que los estudiantes accedan a él y se informen”. Además, “vamos a realizar una reunión con el Consejo de Estudiantes para plantear cómo difundir el Estatuto entre los alumnos”, manifiesta el vicerrector de estudiantes de la UZ. Además, el propio Ministerio de Educación otorga a las diferentes universidades una subvención para la difusión del mismo.

Consejo de estudiantes universitarios del Estado

Entre las nuevas reformas que plantea este nuevo documento se incluye la creación de un nuevo órgano de representación estudiantil. Si los rectores de las diferentes universidades repartidas por todo el territorio nacional ya contaban con un organismo de tales características como es el Consejo de Universidades, y lo mismo ocurría con las Comunidades Autónomas con la Conferencia General de Política Universitaria, ahora son los universitarios los que contarán con un canal directo de representación ante el Ministerio de Educación, llamado Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado.

Así, entre las diferentes competencias a las que hará frente este nuevo órgano se encuentran las de contribuir a la defensa de los intereses y derechos de los estudiantes universitarios y adoptar la labor de interlocutor ante el Ministerio de Educación, entre otras cuestiones. “Es un paso brutal, ya que nos da a los estudiantes una herramienta de consulta y de conocimiento muy grande”, manifiesta Gadea. Por su parte, el vicerrector de estudiantes de la UZ, Fernando Zulaica, considera como “papel fundamental” la creación de este Consejo, ya que “se requería tener cauces por donde fluyeran las propuestas que desde el sector estudiantil se estaban haciendo al Ministerio”.

Esta asociación incluye entre sus representantes un total de 88 estudiantes. Entre ellos se encuentra un alumno por cada universidad española; un estudiante por cada uno de los Consejos Autonómicos de Estudiantes repartidos por todo el territorio nacional; o tres representantes de diferentes federaciones y asociaciones, entre otros. Además, este organismo también contará con la participación del ministro de educación, que será el presidente del Consejo, del secretario general de universidades, que ejercerá como vicepresidente primero del mismo, y del titular de la Dirección General de Formación y Orientación Universitaria, que actuará como secretario.

HISTORIA DEL ESTATUTO

El Real Decreto del Estatuto del Estudiante Universitario entró en vigor el pasado 1 de enero de 2011, tras varios años de lucha y reclamaciones por parte de los alumnos, que llevaban ansiando dicho documento desde hace más de seis años, concretamente desde 2004. Desde ese año se sucedieron numerosos borradores, tal y como afirma Gadea “tras muchísimas reuniones” entre Gobierno y estudiantes para conseguirlo, “ya que ha sido muy debatido, muy mascado” en las universidades españolas, para llegar finalmente, a la entrada el vigor del nuevo Estatuto en 2011.

Ahora, al fin, y tras numerosas reclamaciones y cuestiones legales por las que muchos estudiantes universitarios han peleado y luchado durante años, se ven reflejadas en este Estatuto del Estudiante Universitario. Ahora tan sólo queda esperar, para comprobar si realmente este documento ha sido una medida válida y fructífera para la educación universitaria española.

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El Periódico de Aragón : “Nos gustaría que el Estatuto del Estudiante fuera más ambicioso”

José Antonio Gadea PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD : “Nos gustaría que el Estatuto del Estudiante fuera más ambicioso”

27/01/2011 J. OTO 

La reciente aprobación del Estatuto del Universitario supone, entre otras cosas, la creación de un Consejo Estatal de Estudiantes que tendrá hilo directo con el ministerio. José Antonio Gadea, presidente del consejo de alumnos de la Universidad de Zaragoza, será el representante de la institución pública en Madrid. 
–¿Cómo valora la creación de un Consejo Estatal de Estudiantes?
–Es algo positivo porque da un espacio de representación a los estudiantes que no se tenía, además de contacto directo con el ministerio, que tiene un gran poder de decisión en nuestras vidas universitarias. 
–¿Cuál es su objetivo?
–Tanto como presidente del consejo como por miembro del sindicato EDU (Estudiantes en Defensa de la Universidad), siempre intentaremos tener una universidad pública y de calidad independientemente de quién gobierne. 
–¿Qué le parece el Estatuto del Universitario?
–Ofrece al estudiante un marco al que acudir. Cada universidad tiene sus estatutos y reglamento y esto supone que haya un marco de referencia, aunque menos ambicioso de lo que nos gustaría a los estudiantes. 
–¿Qué echa de menos?
–El derecho a disponer de una prueba final en términos de evaluación, algo que, afortunadamente, sí tenemos en la Universidad de Zaragoza. Hay casos en los que no puede hacerse la evolución continua por aspectos familiares o laborales. También debería especificarse más claramente qué es estudiante a tiempo completo y a tiempo parcial. Aquí sí se aprobó y también estamos avanzando en este sentido porque ya se reconocen los dos tipos de estudiantes. 
–Así que la Universidad de Zaragoza no tendrá problemas para adaptarse al nuevo estatuto
–El Rectorado ha hecho los deberes y se ha puesto en marcha con normativas que se pueden discutir, pero es para tener en cuenta que tenemos ya un marco claro de la evaluación y la permanencia aunque el primero aún no está en vigor porque hay profesores que tienen medio a que el reconocimiento de estos afecte a sus obligaciones. Desde luego, la mayoría de puntos del estatuto ya se contemplan aquí y no habrá que cambiar mucho la normativa. 
–¿Cómo valora la apuesta por la modificación de sanciones y seguro, vigentes desde la era de Franco ?
–No se pueden mantener leyes de hace 50 años. Ni siquiera la Constitución se va a mantener tanto tiempo. La sociedad cambia y suele ser a mejor. 
–¿Cómo es el ambiente estudiantil actualmente en la universidad?
–El problema es cómo se aplica y qué derechos se ven afectados. Muchos me dicen que no entienden cómo, por un lado, tienen clases donde se sobreaplica Bolonia, con un trabajo cada día y el aviso de un examen de un día para otro, y otras en las que se sigue como hace dos años, con los mismos apuntes, mismo profesor y misma metodología. Además, hay que flexibilizar criterios para que, si uno trabaja o cuida niños, pueda examinarse una vez al año o asistir a determinadas clases.
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