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Amaya Acín, Jaime Aranda y Luis Alcaraz, primeros cooperantes de Veterinaria en campamentos de refugiados saharauis en Argelia

Dentro del marco de una beca de Prácticas Internacionales de Cooperación de la Universidad de Zaragoza, estos tres estudiantes brindaron su apoyo en la formación de profesionales veterinarios saharauis

El proyecto consistió en estructurar un programa de prevención de la zoonosis, enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos a través de su consumo

(Zaragoza, 16 de marzo de 2020). La Universidad de Zaragoza oferta cada año su Programa de Ayudas para Prácticas Internacionales de Cooperación Universitaria al Desarrollo para aquellos estudiantes de grado o máster que deseen realizar estancias de cooperación en países de América Latina y África.

Amaya Acín, Jaime Aranda y Luis Alcaraz fueron los primeros estudiantes de la Facultad de Veterinaria que se animaron a realizar sus prácticas en los campamentos de refugiados saharauis de Argelia. Gracias a la vicedecana de estudiantes, Rosa Bolea, y al profesor del Departamento de Patología Animal, Carmelo Ortega, trabajaron antes de su partida en el desarrollo y creación de un proyecto que ayudara a los veterinarios saharauis a estructurar un programa de prevención de zoonosis, que son todas aquellas enfermedades que los animales transmiten a los humanos mediante el consumo de leche, carne o huevos o el contacto directo como mordeduras, fluidos, mosquitos o garrapatas, por ejemplo.

Para ello, contactaron con el Ministerio de Salud Pública de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) con objeto de recabar información que utilizaron para preparar encuestas epidemiológicas que realizaron en los campamentos para, a partir de sus respuestas, ser conocedores de los riesgos que existen en los campamentos.

Durante su estancia de más de un mes allí  y tras varias entrevistas con el director de la Delegación Veterinaria Saharaui, los directores del Hospital Regional, Hospital General y Hospital Materno-Infantil, así como epidemiólogos y jefes de departamentos de los campamentos, los estudiantes acompañaron a los veterinarios en sus labores diarias, que incluyeron inspecciones de la carne que se vende en los comercios y del ganado que entra en los campamentos saharauis, así como del personal veterinario de las granjas avícolas estatales, trabajando estrechamente con los veterinarios de los campamentos. En esas visitas aprovecharon para realizar su investigación sobre el terreno, constatando que es necesario reforzar la educación en la población, ya que parte de la misma desconoce que por medio de ciertas prácticas alimentarias, como el consumo de leche cruda, pueden contraer enfermedades.

Para concienciar a la población, los cooperantes organizaron, en colaboración con la biblioteca Bubisher de Smara, actividades de sensibilización sobre los mecanismos de transmisión de la zoonosis, así como sobre los riesgos de contaminación por plásticos y basuras en los campamentos, y cómo repercute sobre la salud de los animales y personas. La convivencia con gatos y perros callejeros, el consumo de leche cruda, la forma de cocinar, un tanto dudosa, de las vísceras, o la presencia de roedores e insectos por la acumulación de basura, hace que sea más complicada la tarea de sensibilización ya que existe un problema estructural derivado de vivir en campamentos. Con los niños se realizaron cuentacuentos sobre animales o residuos plásticos y a los adultos se les ofrecieron varias charlas dinámicas.

Desde su regreso, animan a sus compañeros a solicitar esta beca para continuar la labor que comenzaron ellos en octubre de 2019 y en la que siguen trabajando en su Facultad. Reconocen que el escaso material y el entorno hostil imposibilita al personal veterinario de los campamentos tener formación continuada en la hamada, la zona del desierto donde se asientan los campamentos, ya que aunque muchos de ellos han estudiado en Cuba o Argelia y son buenos profesionales, no pueden aplicar sus conocimientos al no disponer de los medios suficientes para realizar su trabajo. Por ello siguen trabajando en este proyecto y creen que solo con estudiantes implicados y con un compromiso firme por parte de la Universidad de Zaragoza se puede lograr hacer realidad este proyecto basado en la educación de la población saharaui, el apoyo formativo de los veterinarios y en la concesión de fondos para material sanitario, y que los próximos cooperantes lograrán mejorar el proyecto, organizando actividades más enfocadas que las que hicieron ellos y una continua sensibilización, además de una recopilación de valiosa información.