(Zaragoza, jueves, 7 de marzo de 2019). La vicerrectora de Economía, Margarita Labrador Barrafón, y el gerente de la Universidad de Zaragoza, Alberto Gil Costa, han hecho balance de las medidas adoptadas para la mejora de la gestión económica del campus público aragonés antes del comienzo de la jornada “Financiación de las universidades públicas y racionalidad en el gasto”.
En el momento actual, las universidades públicas españolas reclaman mejores modelos de financiación y, a su vez, reciben la exigencia constante de ser eficientes en el gasto y buscar la racionalidad en su gestión. Por esta razón, buscando la inteligencia colectiva, el vicerrectorado de Economía y la gerencia de la Universidad de Zaragoza han planteado una jornada con los responsables de la gestión económica de los campus públicos para realizar una radiografía del sistema financiero universitario.
El primer paso para optimizar el gasto es conocer cómo y en qué está gastando la Universidad sus presupuestos. En ese campo, la Universidad de Zaragoza está a la cabeza junto a la de Santiago de Compostela en la elaboración de la contabilidad analítica, un análisis detallado del coste real de las actividades que realiza. El campus público aragonés comenzó a realizarla en 2008 y fue pionero entre las universidades españolas. Esta información facilita tanto su propia toma de decisiones como las del Gobierno de Aragón, responsable principal de su financiación. El campus ofrece en abierto estos informes, que ha ido evolucionando en su precisión, en un ejercicio de rendición de cuentas para toda la ciudadanía https://www.unizar.es/institucion/informe-de-contabilidad-analitica.
Para la contención del gasto, en aras a alcanzar la estabilidad presupuestaria exigida por las normas, la Universidad de Zaragoza ha aprobado varios planes de racionalización de la gestión económica. El primero de 2012 a 2016, se tradujo en un balance positivo a favor del campus de 27 millones de euros entre la reducción de costes y el aumento en la captación de fondos. El nuevo equipo rectoral aprobó en 2016 un nuevo plan, esta vez sin fecha final, que comparte la mayoría de las líneas del de 2012 y que permite seguir conteniendo el gasto. Aunque muchas de las medidas han agotado su capacidad de generar ahorros adicionales, si se eliminaran incrementarían las necesidades económicas del campus. La valoración del impacto de este plan para 2017 se puede consultar en http://www.unizar.es/institucion/plan-de-racionalizacion-de-la-gestion-e...
El equipo de gestión económica del campus ha incorporado otras líneas nuevas que permiten el ahorro como la fórmula de la compra centralizada. La Universidad de Zaragoza junto con otras universidades consiguió poner en marcha la compra conjunta de electricidad que le ha permitido tener un ahorro estimado del 10%. Además con el sistema Multiclick , en un momento tan convulso en las tarifas como el actual, el campus tiene la capacidad de comprar esta energía en los momentos en los que su precio baja.
Tras el éxito y con la incorporación de alguna universidad nueva, también se ha repetido la compra conjunta para el suministro de gas. Y, este año, la Universidad de Zaragoza se ha podido sumar a la compra centralizada con el Estado de equipos y software de comunicaciones.
Pero las mejoras en la gestión económica que la universidad ha llevado a cabo en estos años también han sido de naturaleza social como ha sido la exigencia de que la energía eléctrica que consume proceda de fuentes renovables.
Estas y otras medidas han podido acometerse por la implantación del Foro para la Innovación y Mejora de la Contratación http://forocontratacion.unizar.es/, una de las líneas estratégicas del programa electoral de actual rector. Este órgano también se está encargando de ayudar a mejorar pliegos e interpretar actuaciones en el marco de una compleja Ley de Contratos como la actual.
La normativa estatal permite buscar beneficios más allá de los económicos por eso, desde este Foro se ha lanzado una consulta sobre cafetería y restauración a los colectivos afectados pero también al propio sector económico para aportar ideas de mejora económica, social y de eficiencia energética. El equipo técnico trabaja actualmente en estudiar si es posible incorporar demandas tales como que se consuman productos de proximidad, que las máquinas expendedoras sustituyan los productos poco saludables por fruta y verdura o si es posible ofrecer menús veganos.
Los logros de este Foro también van a permitir modernizar la universidad. En la consulta para la adquisición de las máquinas multifunción, los sistemas que permiten el escaneo, copia e impresión de documentos en la universidad, han estudiado cómo poder caminar hacia un modelo de administración sin papeles. El campus ahora sabe que es más importante para avanzar hacia el expediente electrónico que las máquinas que adquiera permitan un correcto escaneo con metadatos que la calidad de la copia. También su estudio ha arrojado que solo un 1% de las copias son en tamaño dinA3. Al optar por modelos menos voluminosos la institución conseguirá un sustancial ahorro.
Otra de las apuestas del rector en su programa electoral también ha mejorado la gestión financiera. La Oficina Técnica de Control Presupuestario ha realizado un análisis tanto de la elaboración de los presupuestos de la Universidad de Zaragoza como de la ejecución de los mismos, generando un paquete de medidas que ya se han incorporado. Entre otras actuaciones, en coordinación con el grupo de trabajo de contabilidad analítica, se ha realizado un seguimiento de la evolución de los costes a partir de 2012. Los resultados de esta evaluación han permitido mejorar la rentabilidad a través de la reducción de costes de algunos servicios o del incremento de ingresos para la Universidad de Zaragoza. Desde la Oficina, se ha trabajado también en mejorar la calidad de las previsiones presupuestarias apoyándose en las recomendaciones de auditores externos e internos.
Otro de los éxitos de gestión ha sido conseguir la aprobación de los presupuestos dentro del plazo legalmente establecido en los dos últimos años, una medida que evita la prórroga presupuestaria. Y además, el campus público aragonés también ha sido pionero en que su Unidad de Control Interno realice un informe independiente sobre sus presupuestos para el Consejo Social, responsable de su aprobación antes de elavarlos al Gobierno de Aragón para su ratificación definitiva.
De esta forma, la ciudadanía puede conocer aspectos cómo que el campus recibe del gobierno autonómico el 85% del desembolso necesario para desarrollar los estudios de grado y másteres habilitantes, así como los derivados de la gestión de la investigación. Y un 60% del coste de los másteres no habilitantes y los estudios de doctorado. Un modelo que, por primera vez, se está cumpliendo lo que le ha permitido al campus tener cierta estabilidad presupuestaria lo que es esencial para poder adoptar políticas a medio plazo. Aunque aún queda recorrido hasta alcanzar un modelo óptimo, en su momento mejoró sustancialmente la situación de la Universidad de Zaragoza.
Durante la gestión de Labrador y Gil al frente de los sistemas de gobierno económico del campus ha sido posible desde 2016 reducir hasta seis millones de euros la deuda a corto plazo, a razón de dos millones en cada ejercicio económico. Esto, se traduce, además, en una reducción de los costes financieros. Esta política de saneamiento en un entorno de estabilidad económico podría mantenerse en los próximos años.
Imagen de la inauguración de las jornadas “Financiación de las universidades públicas y racionalidad en el gasto”. En orden: vicerrectora de Economía, Margarita Labrador Barrafón; el presidente del Consejo Social, Manuel Serrano Bonafonte; el secretario General Técnico de la Consejería de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón, Fernando Beltrán; el rector, José Antonio Mayoral; el Secretario General de Universidades, José Manuel Pingarrón; el director General de Universidades del Departamento de Innovación, Investigación y Universidad, José Antonio Beltrán Cebollada; el rector de la Universidade da Coruña, Julio Abalde;el gerente de la Universidad de Zaragoza, Alberto Gil Costa; y Màrius Rubiralta i Alcañiz, catedrático de la Universidad de Barcelona
