Es uno de los españoles más destacados de los últimos decenios en esta materia y recientemente ha recibido el Premio Rey Juan Carlos de Economía, la más alta distinción otorgada a economistas en España Especialista en el desarrollo económico de la España contemporánea, su lección magistral ha versado sobre la economía española en la democracia En estudios paralelos sobre el español como motor económico ha publicado "La economía del español", donde lengua y economía se interrelacionan y potencian recíprocramente, ya que la lengua facilita múltiples facetas de la actividad económica, y el desarrollo y la capacidad creativa de ésta constituyen el mejor soporte para la expansión del español
(Zaragoza, jueves 1 diciembre 2016). La Universidad de Zaragoza ha celebrado hoy, 1 de diciembre, a las 12 horas la investidura como doctor honoris causa a José Luis García Delgado.
Catedrático de Economía Aplicada, es uno de los economistas españoles más destacados de los últimos decenios y recientemente ha recibido el Premio Rey Juan Carlos de Economía, la más alta distinción otorgada a economistas en España.
"La economía española en democracia" es el título de la lección magistral que ha mostrado el desarrollo económico de la España contemporánea, cuerpo central de la mayoría de sus investigaciones que han sido publicadas en numerosos e importantes libros y artículos en revistas científicas, abordando asimismo el análisis del proceso de modernización económica a escala regional.
Ha renovado profundamente la docencia sobre economía en España y ha sido rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, vicerrector de la Universidad Complutense y decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Oviedo.
Sus estudios paralelos sobre el español como motor económico se enmarcan dentro de la mundialización de la economía y de la información: la creciente apertura de las economías iberoamericanas, la formidable internacionalización empresarial española y la demostrada capacidad de irradiación de los patrones culturales asociados a la lengua española facilitan la expansión del español.
Lengua y economía se interrelacionan y potencian recíprocramente –la lengua facilita múltiples facetas de la actividad económica, y el desarrollo y la capacidad creativa de ésta constituyen el mejor soporte para la expansión de aquélla–, y las condiciones para fortalecer esa interacción positiva parecen halagüeñas para el conjunto de países que comparten el activo cervantino por excelencia.