En este yacimiento se han hallado, hasta la fecha, en torno a 10.000 restos líticos y óseos, así como de estructuras de combustión que evidencian momentos de intensa ocupación de la cueva hace más de 42.000 años
En la campaña de este año, dirigida por Carlos Mazo y Marta Alcolea, profesores de la Universidad de Zaragoza y miembros del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA), se han tomado por primera vez muestras de sedimento para intentar recuperar ADN antiguo
Los trabajos arqueológicos también han contado con la colaboración de personal del IUCA, así como con la participación de estudiantes y graduados del Grado de Historia de la Universidad de Zaragoza
(Zaragoza, miércoles, 4 de septiembre de 2024). Hace más de una década que se iniciaron los trabajos arqueológicos en la cueva AGP5, situada en el término municipal de Aguilón, en la provincia de Zaragoza. Allí, se hallaron los primeros restos arqueológicos en el año 2010, y desde entonces se han realizado sucesivas campañas de excavación centradas en el espacio más exterior de la cueva. Hasta la campaña de este verano, se han recuperado en torno a 10.000 restos líticos y óseos (pertenecientes a animales), además de registrarse la presencia de un buen número de estructuras de combustión (hogares), que evidencian momentos de una intensa ocupación de la cueva por grupos neandertales.
Los restos líticos, entre los que destacan las puntas, las raederas, las muescas y los denticulados, han sido fabricados casi totalidad en un sílex de procedencia local de una excelente calidad. Por su tipología se adscriben a la industria musteriense (Paleolítico Medio), que fue elaborada por gentes neandertales. Esta adscripción está respaldada por las dataciones absolutas obtenidas, que sitúan las ocupaciones de la cueva sobre el 42.000-45.000 antes del presente.
En la campaña de este año, dirigida por Carlos Mazo y Marta Alcolea, profesores de la Universidad de Zaragoza y miembros del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA), se han tomado muestras de sedimento para intentar recuperar ADN antiguo, además de las muestras habituales, sumando así la paleogenética al amplio arco de disciplinas desde las que se aborda el estudio de los restos hallados en este yacimiento: estudios sedimentológicos, geoarqueológicos, arqueopetrológicos, traceológicos, zooarqueológicos, arqueobotánicos yarqueométricos.
La toma de muestras de sedimento fue realizada por el experto en ADN antiguo, Pere Bover, investigador ARAID y responsable del laboratorio de ADN antiguo del IUCA. Estos trabajos arqueológicos también han contado con la colaboración de personal del grupo de investigación Primeros Pobladores y Patrimonio Arqueológico del Valle del Ebro (P3A), así como con la participación de estudiantes y graduados del Grado de Historia de la Universidad de Zaragoza.
De la misma forma que otros años, y en colaboración con la asociación Amigos x Aguilón, se celebró una jornada de puertas abiertas en la que numerosos visitantes tuvieron la oportunidad de constatar directamente las diferentes tareas que se llevan a cabo en una excavación arqueológica, y fueron informados de los trabajos que allí se realizan y de los resultados obtenidos, que han sido dados a conocer en numerosos foros nacionales e internacionales.
Uno de los últimos refugios para los neandertales en la cordillera Ibérica
La cueva AGP5 es un sitio de especial interés porque posiblemente nos informa sobre la última presencia de las gentes neandertales en la Ibérica. Su cronología lo sitúa en un momento de la historia en el que se produjo un trascendental cambio en el continente europeo, tanto cultural como biológico: el paso del Paleolítico Medio al Paleolítico Superior, con la sustitución de las gentes neandertales por los humanos anatómicamente modernos.
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