La profesora del Campus de Huesca Andrea Ariño, premio a la mejor trayectoria académica predoctoral de la Asociación de Jóvenes Lingüistas
Esta joven filóloga también ha recibido este curso el premio CIEUSAL a la Mejor Tesis Doctoral sobre Lengua y Lingüística, que concede la Universidad de Salamanca; y el premio VenPalabras, de la Universidad Ca’Foscari de Venecia, a la mejor monografía de esta rama de la ciencia
Ariño se hace cargo en la sede oscense de Unizar de asignaturas de lengua aragonesa y castellana y de lenguaje administrativo
La relación entre la forma de expresar la causa en castellano y la percepción de la responsabilidad o la culpa por sus hablantes es una de sus líneas de su investigación
(Huesca, 24 de julio de 2024) La profesora del Campus de Huesca de Unizar Andrea Ariño Bizarro, ha sido de nuevo galardonada por su trabajo científico. En esta ocasión ha obtenido el premio a la mejor trayectoria académica predoctoral de la Asociación de Jóvenes Lingüistas. Su tesis ‘Estudio psicolingüístico y tipológico de la causalidad en español’, así como la relevancia de sus publicaciones, las aportaciones realizadas en congresos o los trabajos desarrollados en sus estancias internacionales han sido algunos de los elementos valorados por el jurado, que hacía público el fallo el pasado sábado, 20 de julio.
Esta joven filóloga alcañizana, que tiene asignadas en el Campus de Huesca clases de lengua aragonesa, de lengua castellana y de lenguaje administrativo en las facultades de Ciencias Humanas y de la Educación y de Empresa y Gestión Pública, es investigadora del Instituto de Patrimonio y Humanidades de la Universidad de Zaragoza, integrante del grupo de investigación Psylex: Lenguaje y cognición y del Departamento de Lingüística y Literaturas Hispánicas de esa institución.
Especializada en los estudios psicolingüísticos sus trabajos en esta especialidad abordan, además de la causalidad, el análisis multimodal y la semántica tipológica, la enseñanza de la gramática en niveles no universitarios y aspectos sociolingüísticos de la lengua aragonesa. En su tesis, leída este año, analiza la forma de expresar la causa propia del castellano -frente a la de otras lenguas- y su relación, entre otros aspectos, con la percepción de la responsabilidad o la culpa por parte de los hablantes.
Ariño obtuvo la máxima puntuación, en esta tercera edición del premio de la AJE, en todos los apartados valorados por un jurado que han integrado Maite Iraceburu, de la Università di Siena; David Navarro, de Universidad Nacional de Educación a Distancia, Olga Popova, de la Universidad de Cádiz; y Natividad Hernández Muñoz y Olga Ivanova, de la de Salamanca.
Este reconocimiento conlleva, además de un premio en metálico, la invitación como conferenciante plenaria para el XXXVIII Congreso Internacional de la Asociación de Jóvenes Lingüistas,que tendrá lugar en la Universidade de Santiago de Compostela, del 16 al 18 de octubre de 2024.
En las dos ediciones anteriores obtuvieron este galardón Soledad Padilla y Marina Gomila, que realizaron sus tesis, respectivamente, en las universidades de Sevilla y de las Islas Baleares.
Más premios
No es el primer galardón que obtiene este curso la profesora Ariño. Recientemente recibió también el Premio de Investigación CIEUSAL para la Mejor Tesis Doctoral sobre Lengua y Lingüística hispánica,que otorga la Universidad de Salamanca. Y, semanas antes, el Premio “VenPalabras”, que la editorial de la Universidad Ca’Foscari de Venecia otorga cada año a la mejor monografía científica en el ámbito de la Lingüística Hispánica por la titulada ‘La causalidad: una exploración multidisciplinar sobre los eventos causales’. Ambos textos serán publicados por las entidades convocantes de estos galardones.
Causa, intención y culpa
En su tesis doctoral -que ha sido dirigida por Iraide Ibarretxe Antuñano, también investigadora de la universidad pública aragonesa- Ariño aborda la influencia que tiene el uso de una lengua -en este caso el castellano y en relación a la expresión de la causalidad- en la cosmovisión del mundo de los hablantes.
“No todas las lenguas expresan las relaciones entre causas y consecuencias del mismo modo”, recuerda Ariño, y en español, asegura, cuando se habla de ellas “la intención” tiene un papel muy importante.
En su trabajo ha estudiado cómo se describen, tanto oral como gestualmente, las acciones causales en castellano y qué implica esto para sus hablantes a la hora de de pensar conceptos como la responsabilidad. Para ello ha realizado tres estudios psicolingüísticos en hispanohablantes tanto de España como de América
Estos trabajos han evidenciado, explica la profesora del Campus oscense, que la distinción sintáctica que tiene el español entre acciones causales intencionales (“Lo he tirado”) y acciones causales accidentales (“Se me ha caído”) genera una atribución de responsabilidad, o de culpa, distinta en las primeras o en las segundas; a diferencia de lo que ocurre en lenguas como el euskera o el inglés, cuyos hablantes responsabilizan por igual a los intervinientes de la acción causal, la hayan hecho queriendo o sin querer.
Esto tiene consecuencias en muy diversas facetas de la vida. Así, recuerda la autora, esto nos ayuda, por ejemplo, a entender por qué en España los delitos de dolo catalogados se establecen a partir de la intención y voluntad que tenía el acusado.
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