Un exceso de peso en la instalación del cableado provocó el derrumbe. Es la única clase del centro que se había reformado durante el verano
La escayola cayó sobre todo el mobiliario. Foto: M. A. G. S. J. OTO 26/10/2011
La denuncia de los alumnos y la rápida reacción de su profesor pudieron evitar ayer una tragedia como consecuencia del derrumbe de parte del techo de un aula de la Facultad de Filosofía y Letras. Faltaban unos veinte minutos para las 10.00 horas. Algo más de veinte alumnos de Información y Documentación afrontaban la recta final de clase cuando un ruido sospechoso llamó la atención de los que ocupaban la última fila. La caída de un polvillo blanco desde el techo confirmó que la amenaza procedía del techo.
Los estudiantes dieron la voz de alarma al profesor, que ordenó la evacuación inmediata. Apenas unos segundos después, un metro y medio de escayola caía encima de ordenadores, pupitres y sillas poco antes ocupadas por alumnos. No hubo heridos ni pérdidas personales. Según denunció Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU) y la Universidad de Zaragoza, el sobrepeso provocado por la instalación del cableado de los ordenadores, que se habría sujetado sobre la escayola, habría provocado el desprendimiento de metro y medio de techo, aunque el vicerrector de Infraestructuras, Joaquín Royo, aseguró que «no había un importante exceso de peso».
Se da la circunstancia de que el aula afectada es la única que había sido reformada este verano en el lavado de cara realizado a una facultad que necesita urgentemente una reforma intregral, aplazada por falta de financiación. La antigua sala de reprografía se convirtió en el aula VII-Inf y sala de usuarios, habilitada para cualquier alumno que necesitara utilizar un ordenador. La nueva estancia propició que los alumnos de Información y Documentación abandonaran el sótano. Ahora han sido destinados a la biblioteca.
El nuevo problema remarca la difícil situación del centro y multiplica las protestas de los alumnos, que ya se concentraron el curso pasado para exigir acciones concretas para la reforma del edificio. Ahora se preparan nuevas concentraciones porque «estamos hartos de que todo pase aquí y, al final tendrá que pasar una desgracia para que nos hagan caso», lamentaron desde EDU.
