Intervención 1: Reflexiones sobre la situación actual de la Universidad de Zaragoza

Señor Rector, señoras y señores claustrales,


A pesar de que en las intervenciones y mociones que vamos a presentar en este Claustro nos centremos en los aspectos a mejorar en la Universidad. Debemos y queremos dejar claro que para nosotros este equipo rectoral ha cumplido con la mayor parte de sus compromisos con los estudiantes. Un equipo rectoral que ha tenido que afrontar una situación muy complicada, con la implantación de la totalidad de los estudios de grado y con sucesivos recortes en sus presupuestos. Un equipo rectoral que ha apostado decididamente por la participación de los estudiantes, con los que ha consultado,y casi siempre consensuado, las decisiones que nos afectan. Un equipo rectoral que ha propuesto una normativa de evaluación que claramente ha supuesto un paso adelante en los derechos de los estudiantes, y que ayudará a mejorar la calidad de los nuevos estudios recogiendo muchas de nuestras posiciones. Un equipo rectoral que, por primera vez en muchos años, ha hecho una reforma de los estatutos de la Universidad contando con nuestra participación y apoyo. Un equipo rectoral que en medio de un recorte sucesivo de presupuestos ha hecho una apuesta decidida por las becas y que las ha multiplicado por más de 4 en los años que lleva de gestión. Estamos especialmente orgullosos de pertenecer a una institución que hace de las becas y de la participación de los estudiantes una seña de identidad.

La Universidad de Zaragoza atraviesa una situación complicada. Los presupuestos y los márgenes para aumentar la inversión son más y más escasos. El proceso de convergencia con Europa se encuentra todavía a mitad, incompleto, y en muchos casos desviado de su curso original. Tampoco los estudiantes están cómodos con la situación actual: las tasas de matrícula han aumentado este año muy por encima de lo razonable; y el alto desempleo supone un aumento en el número de matriculados a todos los niveles, debido a las nuevas necesidades de formación. La Universidad se enfrenta al reto de hacer más con menos, y los representantes de los estudiantes tenemos una sensación de vértigo y de preocupación ante los obstáculos que vemos en el futuro.

El claustro es el máximo órgano de la comunidad educativa, un auténtico foro de reflexión y encuentro. Creemos que ha llegado la hora de plantear aquí, en este lugar, un auténtico debate sobre el modelo universitario aragonés que esta institución va a defender, con una visión a largo plazo, de cara a las próximas décadas. Nuestra apuesta es meridianamente clara: una educación pública y laica, de calidad y para todos. Una universidad que esté presente en todo el territorio aragonés, y no sólo en su capital. Una universidad que mejore sus servicios día a día. Una universidad que siga aportando más a la sociedad. Más, mucho más de lo que recibe a través del presupuesto público. Una universidad como motor del crecimiento.

Esta es nuestra visión. Pero somos conscientes de que existen otros modelos de educación universitaria. Modelos que no podemos ni compartir ni apoyar: no apoyamos el repliegue de la Universidad hacia sus campus centrales, ni la transferencia de recursos públicos o los tratos de favor a universidades o empresas educativas privadas, ni tampoco la miope visión de la educación como un gasto a recortar. Estudiantes en Defensa de la Universidad se opone decididamente a cualquier devaluación del modelo universitario aragonés actual que nos lleve a hipotecar el futuro de la sociedad, la cultura y la ciencia de nuestra comunidad autónoma. Y más aún nos oponemos cuando esta hipoteca amenaza con caer sobre nosotros en aras del interés privado y de mezquinos ahorros a corto plazo.

Hay otro tema que nos preocupa especialmente: la desequilibrada presencia de la mujer en la Universidad y en los puestos laborales ligados a los estudios que imparten esta institución. Es cierto que hay más mujeres que hombres en general entre el alumnado y entre el profesorado. Pero los techos de cristal siguen existiendo. No hablamos sólo del avergonzantemente escaso número de decanas, de catedráticas y de directoras de departamento. Es la propia división entre carreras “de chicos” y “de chicas”. Es el problema para acceder a determinadas profesiones en pie de igualdad. Es, incluso, la propia infrarrepresentación de las estudiantes en éste mismo órgano de representación, en el Claustro de la Universidad de Zaragoza. Sólo nuestra candidatura presentó unas listas con un número de candidatas por encima del 50%. En la mayoría de los casos la presencia de mujeres en las candidaturas para el sector de estudiantes no superaba ni el 25%. Los techos de cristal, señores y señoras claustrales, no están ni siquiera en los últimos pisos de nuestro edifico social. Es hora de reflexionar sobre las causas de este fenómeno en nuestra supuestamente igualitaria sociedad.



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