En nuestra segunda intervención en el claustro del 18 de diciembre de 2010 nos centramos en nuestra postura en torno a las tasas y becas, entendiéndolas como un instrumento para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos a pesar de su situación económica.
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INTERVENCIÓN: Tasas y Becas
Desde Estudiantes en Defensa de la Universidad siempre hemos defendido la justa intención de garantizar que las personas con menos recursos económicos puedan acceder a la universidad. Por eso, año tras año insistimos en promover medidas que avancen eficazmente en este sentido.
Sugerimos que se publiquen desde un principio en el ADD los contenidos mínimos exigibles para aprobar. Ésta y otras medidas relacionadas con las nuevas tecnologías, deben favorecer que sea posible estudiar y trabajar a la vez.
Además también consideramos imprescindible adoptar un sistema de tasas progresivo, es decir, que el precio de la matrícula que tiene que pagar el alumno esté determinado por su renta. No concebimos las tasas como un precio a cambio de una titulación universitaria, sino como un impuesto cuya carga debe distribuirse de acuerdo a principios redistributivos.
Proponemos que se avance en el horizonte de destinar el 1% del presupuesto de la Universidad a becas para estudiantes, que de otra manera difícilmente podrán concluir su carrera a pesar de estar intelectualmente preparados para llevarla a cabo. No podemos permitir que nuestro sistema académico expulse a estudiantes perfectamente capacitados, pero que no pueden costearse con facilidad sus estudios. La ampliación de las becas, hasta alcanzar un nivel más cercano a lo habitual en Europa, junto con programas de conciliación de la vida laboral y universitaria, son la base para crear un verdadero sistema universitario público, garante de igualdad entre todos los ciudadanos.
Reconocemos y aplaudimos el enorme esfuerzo que la Universidad ha hecho en el ámbito de las becas y ayudas al estudio, con resultados y propuestas inimaginables no hace demasiado. Valga esta intervención para reconocer el trabajo realizado más en tiempos como los que nos encontramos.
En concreto, este avance demuestra que no es imposible que estudiantes y profesores encontremos puntos de encuentro para mejorar las condiciones de vida y trabajo de toda la Comunidad Universitaria.
Que no sea la última.
