1.- ¿Cómo presionaría a la DGA para tener la financiación suficiente y necesaria en la Universidad de Zaragoza? ¿Hasta qué punto?
Hemos reivindicado la situación financiera de la Universidad constantemente, tanto en reuniones de la 4×4 (reunión paritaria entre DGA y UZ), como en las propias Cortes de Aragón. Lo hemos hecho, eso si, con lealtad y respeto, pero también con rigor y firmeza. Gracias a nuestra capacidad de negociación conseguimos firmar un acuerdo de financiación, hace ahora un año, que además de ser solidario con la situación económica de nuestra región permitía afrontar el futuro financiero de nuestra universidad con plenas garantías. En los actuales presupuestos, sin embargo, no se ha cumplido este acuerdo y este es un punto de inflexión importante. La mayor presión para la DGA es que exista unanimidad en la reivindicación del cumplimiento de lo acordado. Y desde la unión, no dudaremos en reivindicar lo que nos parece justo para la institución, tanto en prensa, como en las Cortes, como desde cualquier foro o instancia que a tal efecto se convoque.
2.- ¿Estaría dispuesto a que empresas privadas condicionaran el funcionamiento de la Universidad o los planes de estudios a cambio de financiación privada?
Nunca. Así de simple.
3.- ¿En caso de tener que priorizar, investigación o docencia?
Docencia e investigación son indisolubles. La dos funciones, docente e investigadora siempre tienen que están en el bagaje de un universitario. Y sobre esta base irrenunciable, hay que precisar que sin docencia, sin alumnos, no hay Universidad, luego la priorización es obvia; ahora bien, debemos también apuntar que sin investigación, aunque puede haber Universidad nunca habrá una Universidad de calidad. La UZ debe constituirse en una Universidad de referencia en el mapa español y europeo y, por ello, debemos apostar, como venimos haciendo, por compaginar la implantación de sistemas de calidad en la docencia con el apoyo decidido a las importantes labores de investigación que efectúan nuestros grupos de investigación. Docencia e investigación no deben entenderse nunca como tareas excluyentes, sino antes al contrario como totalmente complementarias.
4.- ¿Estaría dispuesto a externalizar/privatizar servicios en la UZ para reducir gastos? ¿Qué servicios concretamente?
Externalizar no es en sí mismo malo, siempre y cuando se haga desde el consenso de toda la comunidad universitaria y, por supuesto, sin que la misma afecte ni un ápice la total independencia en toma de decisiones y funcionamiento de la Institución. Habría que analizar detenidamente a qué servicios en concreto nos referimos. Existen externalizaciones de servicios (cafeterías, restaurantes) que funcionan bien y que casi nadie cuestiona. Otros, sin embargo, seguro que no serían aceptadas con carácter general. Por eso, lo dicho: consenso y nulas implicaciones del agente externo en la gobernanza universitaria.
5.- ¿Para reducir un 1% el presupuesto, y teniendo en cuenta que el 80% del mismo son sueldos y salarios, cómo lo reduciría? ¿Bajaría el sueldo del personal de la Universidad? ¿Recortaría en becas, materiales, infraestructuras, investigación…?
Tajantemente NO. Y si alguien nos pidiera mayor concreción en la respuesta, esta pregunta tiene rápida contestación sin más que acudir a la historia reciente de los Presupuestos elaborados por este equipo de dirección: el de 2011 se redujo no en un 1% sino en un 4,5% y en ningún momento se vieron afectadas ninguna de las partidas señaladas. Si debe acometerse una nueva reducción se hará siendo fieles a nuestra consigna, que prioriza siempre a las personas. No bajaremos por iniciativa propia los sueldos ni las becas. La reducción deberá orientarse en gastos corrientes de gestión (aunque en los últimos años se han reducido ostensiblemente) y en la búsqueda de una mayor eficiencia, por ejemplo, en los consumos energéticos.
Hechos, no humo.