A veces nos preguntamos por qué se sigue usando la excusa de la tradición para perpetuar actos que atentan contra un principio racional, como es la aconfesionalidad del Estado.  En una sociedad moderna como la actual, donde existe libertad de culto y, sobre todo, esta libertad se practica, el Estado debe mantenerse al margen del ámbito religioso para permitir esta libertad.  Sin embargo, vemos en el día a día que diversas instituciones públicas muestran una descarada preferencia por la confesión católica, la “tradicional”, la de toda la vida.

Así, cada facultad y centro de la Universidad de Zaragoza cierra durante un día sus aulas para celebrar el “día de su patrón”.  No está mal, en principio, que los centros dediquen un día a celebrar su propia existencia, y a hacer referencia a una gran figura histórica que ilumina el camino del saber.  Pero, si los patrones han de servir de ejemplo y de inspiración, ¿por qué seguimos manteniéndo un conjunto de figuras extraídas exclusivamente del santoral católico, y que poco o nada tuvieron que ver con la propia Universidad de Zaragoza, o con el mundo intelectual de nuestra comunidad?  ¿Por qué no nombramos patrón de Medicina a Miguel Servet, el librepensador quemado en la hoguera por sus ideas, o nombramos patrón de Derecho a Joaquín Costa, que defendió la vigencia del derecho consuetudinario aragonés y español, pero que supo ver la necesidad de modernizar su país?  ¿Qué mejor  ejemplo para los estudiantes de Filosofía y Letras y de Magisterio que María Moliner o Palmira Pla?  ¿Por qué no Leonardo Torres Quevedo para los Ingenieros, en vez de un santo que era carpintero, pero ni mucho menos ingeniero?

Mientras tanto, en la Facultad de Derecho se mantiene como patrón al introductor de la inquisición en Aragón.  Hasta ahora, en el día de San Raimundo de Peñafort se celebraba un oficio de culto católico en las propias instalaciones de la Facultad.  Ante las quejas durante el año pasado de parte del cuerpo docente, de la asociación Movimiento Hacia un Estado Laico (MHUEL), y de Estudiantes en Defensa de la Universidad, este año se ha optado por trasladar la celebración a la capilla del cercano Colegio Mayor Pedro Cerbuna.  Lo cuál nos lleva a preguntarnos cuanto dinero del presupuesto público se dedica al mantenimiento de estas instalaciones religiosas durante todo el año, así como de  la necesidad de mantener una “parroquia universitaria”, reservada específicamente para los miembros de la comunidad universitaria, teniéndo en cuenta que existen numerosas iglesias católicas a escasa distancia del Campus San Francisco.  O de que el Colegio Mayor Pedro Cerbuna es una institución pública, y existen numerosos colegios mayores y residencias de carácter religioso en Zaragoza que garantizan a los estudiantes católicos el poder alojarse en un centro que cumpla sus perspectivas de frecuencia de culto y normas de comportamiento.

Así, si bien las creencias de cada uno son muy respetables en el ámbito privado, lla universidad es parte del ámbito público, y el principio de aconfesionalidad debe regir con toda su fuerza.  La Universidad debe ser el “templo de la inteligencia”, como decía Unamuno.  Y difícilmente se pueden adorar a dos deidades tan distintas bajo el mismo techo.

El Periódico de Aragón

Derecho saca de la facultad y del programa la misa por San Raimundo

16/02/2011 J. O.