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Moción 3: La internacionalización de la Universidad de Zaragoza

Apertura de la Universidad de Zaragoza al mundo. Promoción de la enseñanza y el aprendizaje de idiomas. Atracción de estudiantes y profesores internacionales. Aumento de la implicación en programas universitarios internacionales.

Explicación:

Ante las oportunidades y los desafíos de un mundo global, donde las fronteras geográficas y culturales significan cada vez menos, desde Estudiantes en Defensa de la Universidad planteamos la prioritaria e inaplazable necesidad de internacionalizar nuestra universidad, a través de cuatro líneas de actuación:

  1. Más enseñanza de idiomas:

    1. Reforma del Centro de Lenguas Modernas a través de la adopción de un plan de estudios equivalente al de las Escuelas Oficiales de Idiomas, en seis niveles, con exámenes presenciales estandarizados para el acceso y para la superación de niveles.

    2. Firma de un convenio con el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón para posibilitar el intercambio de un sistema a otro, el paso de las EOI al Centro de Lenguas Modernas y viceversa.

    3. Abaratamiento general de las tasas de los cursos de idiomas del Centro de Lenguas Modernas (a cambio de mayores tasas para alumnos repetidores) y creación de líneas de becas para estos cursos.

    4. Coordinación del Centro de Lenguas Modernas con el resto de centros y departamentos de la universidad, dotando de unidad al aprendizaje de idiomas dentro y fuera de los planes de estudio.

    5. Firma de un convenio con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para la instalación de una sede en Aragón de sus cursos de inmersión lingüísitica en inglés dirigidos a los becarios del MEC.

  2. Más certificaciones de niveles de idiomas:

    1. Aumento en la oferta de exámenes oficiales de idiomas, a través de la firma de convenios con entidades culturales como el Instituto Goethe, el British Council, la Alliançe Française, la Societá Dante Alighieri, el Instituto Confucio, etc., con el fin de realizar exámenes de nivel reconocido, dentro de las instalaciones de la Universidad de Zaragoza.

    2. Publicación de un calendario de plazos y de unas instrucciones para la inscripción en estas pruebas dentro de la Guía del Estudiante.

    3. Creación de una línea de becas destinados a ayudar a costear las tasas de estos exámenes, de acuerdo a un criterio de renta y aprovechamiento.

  3. Más estudiantes internacionales de nuevo acceso:

    1. Aumento general en el número de estudiantes internacionales provenientes de países emergentes, siguiendo el ejemplo de las universidades anglosajonas.

    2. Creación de programas de cooperación centrados en becas solidarias, destinado a posibilitar la incorporación de estudiantes procedentes países en vías de desarrollo.

  4. Incremento de los programa de intercambio Erasmus, Americampus y similares:

    1. Aumento en el número de convenios con organismos internacionales, universidades y entidades gubernamentales de países extranjeros (embajadas y ministerios de educación), para la realización de programas de intercambio, estancias de diverso tipo, y prácticas laborales.

    2. Afiliación a asociaciones y programas internacionales de cooperación entre universidades (Europaeum, Erasmus Mundus, etc.).

    3. Adopción de una normativa homogénea para los intercambios internacionales en todos los centros, eliminación de las trabas administrativas innecesarias, simplificación las convalidaciones, y mejora de la formación y la dedicación de los profesores coordinadores.

El aprendizaje de idiomas no es ya un capricho, sino una obligación ineludible. Por un lado, el aumento en la matriculación en los postgrados ha provocado un fenómeno de hiperformación entre los jóvenes españoles, con lo que el conocimiento de lenguas extranjeras se ha convertido en un factor determinante para poder acceder al mercado laboral. A su vez, el conocimiento de idiomas es hoy en día en un requisito casi obligatorio para acceder a determinados estudios avanzados o a becas internacionales. Cada vez son más los estudiantes que realizan prácticas en el extranjero o que buscan acceder a programas de intercambio. La Universidad debe adoptar una decidida política encaminada a lograr que la amplia mayoría de los estudiantes de la Universidad de Zaragoza acaben sus estudios con el dominio de una o varias lenguas extranjeras, además de los conocimientos propios de su grado.

La potenciación del Centro de Lenguas Modernas supone una herramienta clave para lograr este objetivo, si bien creemos que es necesario cambiar su estructura, mejorar su coordinación con el resto de centros y departamentos de la Universidad, y abaratar los costes de las matriculas de sus cursos. Debe a su vez mejorarse la coordinación con otros tipos de enseñanza de idiomas como las Escuelas Oficiales de Idiomas. A su vez, deben integrarse las enseñanzas de idiomas dentro y fuera de los planes de estudio, permitiendo profundizar en el estudio de la lengua obligatoria impartida en un grado, o convalidando las optativas de idiomas para los estudiantes que demuestren un dominio suficiente de estas lenguas.

La Universidad de Zaragoza puede fácilmente ayudar a mejorar el currículum de idiomas de estudiantes, profesores y PAS a través de un aumento de la oferta de exámenes oficiales organizados por diversas entidades culturales extranjeras. Estos exámenes pueden organizarse en las propias instalaciones de la universidad, como ya se realizan para el caso de los exámenes First y Advanced de la Universidad de Cambridge. Con muy bajo coste, la Universidad de Zaragoza podría convertirse en un centro de certificación de idiomas de primer orden.

Proponemos también estudiar el modelo de internacionalización de las universidades anglosajonas, basado en atraer a estudiantes de países emergentes (China, India, países árabes, Brasil, etc.). Estos estudiantes buscan la educación de calidad que ofrecen las universidades de los países más desarrollados, y pertenecen a familias que son capaces de pagar las altas tasas fijadas en estas universidades anglosajonas para los alumnos extracomunitarios. Proponemos “exportar” el conocimiento que atesora esta institución y usar estas tasas extraordinarias para, a su vez, crear programas de cooperación centrados en becas solidarias dirijidas estudiantes de países en vías de desarrollo con pocas oportunidades de acceder a la educación superior. Un primer paso sería abrir las puertas de nuestra universidad a los estudiantes del Sahara Occidental, muchos de los cuales ya cursan el bachillerato español.

Finalmente, deben corregirse las deficiencias que en muchos casos se han ido asentando en los programas de intercambio de estudiantes con otras universidades extranjeras. Es posible agilizar los actuales requisitos burocráticos, y creemos que muchas de las limitaciones actuales carecen por completo de sentido dentro de la política fijada por el EEES.


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Intervención 3: Problemas y mejoras en la docencia y en la calidad educativa

Señor Rector, señoras y señores claustrales,

A pesar de ser estudiantes, o precisamente por ello, pocas cosas nos son más cercanas que los problemas en la calidad de la docencia. Sabemos que nos encontramos actualmente en un momento de transición. Pero también es cierto que rara vez en los últimos años en hemos podido decir que la universidad española atravesaba un proceso de placidez o de consolidación normativa. Las reformas se han sucedido una tras otra. Los miembros de esta comunidad universitaria hemos estado pendientes continuamente de éstos incesantes cambios. A veces era un ultimísimo proyecto de modernización que nos dejaba igual de modernos que antes. Otras, un novísimo plan de estudios que venía a trastocar todo, pero que luego nada cambiaba. En ocasiones, lo que tocaba era un necesario cambio en los estatutos de nuestra institución, que sigue en el fondo aferrada a esa tradición decimonónica, tan venerable como superada, que simboliza en lo físico su Paraninfo.

Sin embargo, todos coincidiremos a la hora de afirmar que el proceso de Convergencia Europea ha sido, en su conjunto, el proyecto de reforma universitaria que más profunda y diversamente ha venido a trastocar los pilares y los consensos tácitos sobre los que se sostenía la universidad española. Podemos disentir sobre si éste o aquel cambio ha sido para mejor o para peor. A nosotros, a nuestra candidatura, a los estudiantes progresistas, éste ambicioso proceso de reforma nos recordaba al viejo anhelo de los regeneracionistas, su llamada a europeizar España. Al borde del centenario de la muerte de Joaquín Costa, resonaban con fuerza sus palabras, su llamada a prender fuego, retóricamente, “a la vieja Universidad, fábrica de licenciados y proletarios de levita”, y a edificar sobre ésta “la Facultad moderna, cultivadora seria de la ciencia, despertadora de las energías individuales, promovedora de las invenciones”.

Lamentablemente, el proceso de implantación del Espacio Europeo de Educación Superior no ha sido fácil, ni tampoco puede calificarse como correcto. El causa externa es la falta de presupuesto, de recursos económicos. ¿Qué facultad moderna vamos a edificar, si actuaciones indispensables como la reforma de Filosofía y Letras languidecen año tras año hasta apurar la paciencia de todos? Pero no nos engañemos, existe una causa interna, soterrada, que adquiere tanta o más relevancia a la hora de explicar las enormes deficiencias que venimos observando en la aplicación de los nuevos planes de estudio. Esta causa soterrada es el inmovilismo y la falta de modernidad e innovación en la docencia. Quizá estemos demasiado pegados a lo antiguo, y que repitamos esquemas nocivos por la simple costumbre y por la falta de curiosidad e inventiva.

Así, son muy diversos los fallos que identificamos en la organización de la docencia de nuestra institución. La metodología de las clases ha variado muy poco, y se nota cierta incomodidad entre algunos profesores a la hora de salir del reducido campo pedagógico de la clase magistral tradicional. Los espacios para la docencia no son adecuados, especialmente cuando hablamos del trabajo en seminarios o a la hora de usar portátiles. Son frecuentes los malentendidos a la hora de definir el concepto de evaluación continua: algunos profesores se centran en obligar a los alumnos a asistir a todas y cada una de las clases, en vez de favorecer su trabajo personal y continuo. ¿Debemos entonces asistir a todas las clases, para acabar oyendo la lección de siempre? ¿Cuanto más seguiremos siendo los expectadores mudos de una representación académica formalista?

Las nuevas tecnologías se usan poco y mal en nuestras aulas. Pero sus ventajas a la hora de potenciar la colaboración entre alumnos, y entre éstos y el docente, son claras y manifiestas. Los resultados obtenidos en las encuestas sobre la calidad de la docencia y los estudios sobre las tasas de suspenso tienen un efecto muy limitado, y esto repercute negativamente en la mejora de la calidad de la enseñanza. Los planes de estudio deben revisarse con más frecuencia, arañando mejoras año a año. No es ningún secreto que los criterios de evaluación de muchas asignaturas no se publican antes del período de matrícula, como es obligatorio de acuerdo a la normativa vigente. Algunas asignaturas son impartidas en su titulaciones, especialmente en los campus periféricas son impartidas casi en su totalidad por profesores asociados, lo cual nos sorprende y nos parece poco serio. También es frecuente que algunos departamentos no logren, curso tras curso, proporcionar profesores para todas sus asignatura en septiembre, empezando en ocasiones las clases ya mediado noviembre. ¿Qué calidad esperamos lograr, empezando las clases con meses de retraso? Más aún, existen pocas y limitadas oportunidades para que los estudiantes se inicien en labores de investigación, o para que colaboren con empresas, o para que creen sus propios proyectos dentro de su proceso de aprendizaje.

 No queremos con esta intervención decir que todo se ha hecho mal, antes al contrario. Frente al fracaso que algunos profetizaban, frente a las visiones catastrofistas y casi apocalípticas que se habían difundido, en los últimos años hemos visto numerosas mejoras. El aumento sostenido en el número de becas ha permitido a numerosos estudiantes concentrarse más y mejor en sus estudios. El curso pasado se concedieron 5.332 becas públicas de diverso tipo, con una inversión final de unos 15,8 millones de euros. Muchos estudiantes han podido acceder por fin a estudios de postgrado gracias a la extensión de las becas públicas a esta fase de la enseñanza, a la vez que la mayoría de los masters se han abaratado al convertirse en estudios oficiales. Celebramos también que la participación activa de los estudiantes en la elaboración y evaluación de los nuevos planes de estudios haya sido la tónica general. Y confesamos con satisfacción que vemos día a día como muchos profesores han hecho suya la filosofía innovadora de los nuevos planes de estudios, a pesar de que esto pudiera suponer una labor adicional a la hora de la gestión académica.

Haciendo balance, vemos que la polémica entre Ortega y Unamuno, el debate entre europeizar España o españolizar Europa, carece ya de sentido. Las propuestas de “españolizar” el nuevo sistema europeo, realizando meros cambios superficiales y manteniendo viejos esquemas ya caducos, denotan un pensamiento conservador y cortoplacista. Creemos que ése es el camino erróneo. La universidad española sólo ha avanzado cuando se ha abierto al exterior, a las innovaciones, a la ciencia y a la cultura común de progreso y libertad que compartimos con todos los pueblos de Europa. No podemos cometer otra vez el error histórico de exclamar “¡Que inventen ellos!”.

Concluyendo, creemos que en estos momentos hemos alcanzado un punto intermedio en el proceso de Convergencia Europea, y podemos todavía tanto tener éxito como fracasar. Es cierto que el aumento en los recursos económicos es imprescindible, pero esto depende en buena medida de acuerdos con otras administraciones. Sin embargo, la mejora en el día a día de la docencia depende únicamente de nosotros, los miembros de esta comunidad universitaria, y por lo tanto de nosotros mismos depende en última instancia nuestro triunfo o nuestro fracaso.

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Intervención 1: Reflexiones sobre la situación actual de la Universidad de Zaragoza

Señor Rector, señoras y señores claustrales,


A pesar de que en las intervenciones y mociones que vamos a presentar en este Claustro nos centremos en los aspectos a mejorar en la Universidad. Debemos y queremos dejar claro que para nosotros este equipo rectoral ha cumplido con la mayor parte de sus compromisos con los estudiantes. Un equipo rectoral que ha tenido que afrontar una situación muy complicada, con la implantación de la totalidad de los estudios de grado y con sucesivos recortes en sus presupuestos. Un equipo rectoral que ha apostado decididamente por la participación de los estudiantes, con los que ha consultado,y casi siempre consensuado, las decisiones que nos afectan. Un equipo rectoral que ha propuesto una normativa de evaluación que claramente ha supuesto un paso adelante en los derechos de los estudiantes, y que ayudará a mejorar la calidad de los nuevos estudios recogiendo muchas de nuestras posiciones. Un equipo rectoral que, por primera vez en muchos años, ha hecho una reforma de los estatutos de la Universidad contando con nuestra participación y apoyo. Un equipo rectoral que en medio de un recorte sucesivo de presupuestos ha hecho una apuesta decidida por las becas y que las ha multiplicado por más de 4 en los años que lleva de gestión. Estamos especialmente orgullosos de pertenecer a una institución que hace de las becas y de la participación de los estudiantes una seña de identidad.

La Universidad de Zaragoza atraviesa una situación complicada. Los presupuestos y los márgenes para aumentar la inversión son más y más escasos. El proceso de convergencia con Europa se encuentra todavía a mitad, incompleto, y en muchos casos desviado de su curso original. Tampoco los estudiantes están cómodos con la situación actual: las tasas de matrícula han aumentado este año muy por encima de lo razonable; y el alto desempleo supone un aumento en el número de matriculados a todos los niveles, debido a las nuevas necesidades de formación. La Universidad se enfrenta al reto de hacer más con menos, y los representantes de los estudiantes tenemos una sensación de vértigo y de preocupación ante los obstáculos que vemos en el futuro.

El claustro es el máximo órgano de la comunidad educativa, un auténtico foro de reflexión y encuentro. Creemos que ha llegado la hora de plantear aquí, en este lugar, un auténtico debate sobre el modelo universitario aragonés que esta institución va a defender, con una visión a largo plazo, de cara a las próximas décadas. Nuestra apuesta es meridianamente clara: una educación pública y laica, de calidad y para todos. Una universidad que esté presente en todo el territorio aragonés, y no sólo en su capital. Una universidad que mejore sus servicios día a día. Una universidad que siga aportando más a la sociedad. Más, mucho más de lo que recibe a través del presupuesto público. Una universidad como motor del crecimiento.

Esta es nuestra visión. Pero somos conscientes de que existen otros modelos de educación universitaria. Modelos que no podemos ni compartir ni apoyar: no apoyamos el repliegue de la Universidad hacia sus campus centrales, ni la transferencia de recursos públicos o los tratos de favor a universidades o empresas educativas privadas, ni tampoco la miope visión de la educación como un gasto a recortar. Estudiantes en Defensa de la Universidad se opone decididamente a cualquier devaluación del modelo universitario aragonés actual que nos lleve a hipotecar el futuro de la sociedad, la cultura y la ciencia de nuestra comunidad autónoma. Y más aún nos oponemos cuando esta hipoteca amenaza con caer sobre nosotros en aras del interés privado y de mezquinos ahorros a corto plazo.

Hay otro tema que nos preocupa especialmente: la desequilibrada presencia de la mujer en la Universidad y en los puestos laborales ligados a los estudios que imparten esta institución. Es cierto que hay más mujeres que hombres en general entre el alumnado y entre el profesorado. Pero los techos de cristal siguen existiendo. No hablamos sólo del avergonzantemente escaso número de decanas, de catedráticas y de directoras de departamento. Es la propia división entre carreras “de chicos” y “de chicas”. Es el problema para acceder a determinadas profesiones en pie de igualdad. Es, incluso, la propia infrarrepresentación de las estudiantes en éste mismo órgano de representación, en el Claustro de la Universidad de Zaragoza. Sólo nuestra candidatura presentó unas listas con un número de candidatas por encima del 50%. En la mayoría de los casos la presencia de mujeres en las candidaturas para el sector de estudiantes no superaba ni el 25%. Los techos de cristal, señores y señoras claustrales, no están ni siquiera en los últimos pisos de nuestro edifico social. Es hora de reflexionar sobre las causas de este fenómeno en nuestra supuestamente igualitaria sociedad.



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E.D.U. presenta sus propuestas para el claustro de la Universidad de Zaragoza

Cuatro intervenciones y cinco mociones sobre docencia, infraestructuras, servicios, Europa, idiomas, becas y participación de los estudiantes.
Estudiantes en Defensa de la Universidad, colectivo de estudiantes laicos y progresistas y mayoritario en el claustro de la Universidad de Zaragoza, presenta sus propuestas para la próxima sesión del máximo órgano de representación universitaria, que se celebrará el próximo viernes 16 de diciembre.
Tras un proceso de debate y participación interna iniciado en noviembre, E.D.U. ha preparado cuatro intervenciones en las que se valorará la actual situación de la universidad: la implantación de los nuevos planes de estudios, los problemas en la docencia, la defensa de los campus periféricos, y el déficit en infraestructuras y servicios.
Del mismo modo, pedirá al claustro que apruebe cinco mociones: a favor de la reforma de Filosofía y Letras, la modernización de las plataformas digitales docentes, la internacionalización de la universidad, la revisión de la normativa de permanencia, y una propuesta de cursos puente de las diplomaturas a los nuevos grados.
Estas propuestas han sido compartidas con el resto de claustrales de la Universidad de Zaragoza y serán publicadas en internet para que todos los estudiantes puedan conocer y participar del propio debate del claustro universitario.
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Aragón Universidad: La UZ cobra lo máximo en las matrículas de los no europeos porque “asocian la calidad al precio”

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18-10-2011 La UZ cobra lo máximo en las matrículas de los no europeos porque “asocian la calidad al precio”

Las matrículas que pagan los extranjeros no residentes y que no sean de la UE son las más caras de la UZ. Se debe a una propuesta del Consejo Social del centro aprobada por la DGA. La razón, principalmente, es que éstos “asocian la calidad al precio”, por ello, “algunas universidades catalanas ya habían aumentado sus tasas”

Zaragoza.- La Universidad de Zaragoza cobra el máximo en sus matriculas a los estudiantes extranjeros no residentes que no sean de ningún país de la Unión Europea. Según el centro, se hace debido a que muchos estudiantes desestimaban matricularse porque asocian la calidad con el precio.

La idea partió del Pleno del Consejo Social de la UZ en junio de 2011. Éste elevó la propuesta al Gobierno de Aragón, que posteriormente la aprobó. Se trata de una medida que, según el presidente del Consejo Social, José Luis Marqués, ya se ha tomado en muchas universidades internacionales.

Además, el presidente ha asegurado que algunas universidades catalanas ya habían aplicado este incremento en años anteriores. Por ello, en sus palabras, propusieron al Ejecutivo Autonómico que las matrícula de este tipo de estudiante estuviera lo más cercana posible a la parte máxima de la horquilla de precios que manejan. De igual forma, ha dejado claro que el precio lo decide la DGA y que ellos sólo proponen. Aunque ha indicado que normalmente el Gobierno suele aceptar lo que le propone el Consejo Social.

Asimismo, Marqués ha recordado que los estudiantes que por causas económicas no puedan continuar sus estudios por no poder hacer frente al importe, tienen la posibilidad de presentar una solicitud al consejo que el preside, que estudiará el caso.

No obstante, ha subrayado que es algo que no suele suceder ya que “cuando vienen estudiantes de países lejanos, el precio de la matricula es una parte ridícula del porcentaje de dinero que se gastan por venir aquí”. Por último, Marqués ha indicado que esta medida “no afecta a más de 40 estudiantes”.

En definitiva, en palabras del presidente, lo que se busca es la reciprocidad, ya que, “a nuestros estudiantes fuera no les hacen un precio como el que nosotros les hacemos aquí”.

Por su parte, el presidente del Sindicato en Defensa de la Universidad (EDU), José Antonio Gadea, ha comentado que normalmente este tipo de estudiantes suelen venir con un importante poder económico, incluso en muchos casos, forman parte de la “elite” en sus países. Si la medida se aplica a este tipo de alumnos, Guedea se ha mostrado de acuerdo con ella.

Sin embargo, en su opinión, si se aplica a otros estudiantes con rentas más bajas, podría ser “algo denunciable”. Asimismo, el representante de EDU ha recordado que su sindicato ha propuesto con anterioridad que el importe de la matrícula se base en las rentas y no en la especialidad. Con esta medida, según los estudiantes, se evitarían “engaños a la hora de pedir becas”.

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